El pasado lunes ‘Las Cosas Claras’, de Jesús Cintora, pasó una y otra vez las imágenes de Anna y Olivia. Y lo hizo de tal forma que, como apuntan fuentes de la Corporación, llegó a provocar reacciones en TVE, donde no se sintieron cómodos con lo que algunos calificaron como “exhibición morbosa”.
Precisamente, el programa de ‘infoentrentenimiento’ “carroñero”, según algunos en este caso concreto, obvió de forma sibilina las recomendaciones realizadas por diversos organismos de no emplear como reclamo a las niñas tras el hallazgo, días antes, de encontrar el cadáver de una de las niñas.
La exhibición no impidió que uno de los contertulios habituales, el expolítico andalucista, Javier Aroca, se desgañitase contra la “telebasura” que da cobertura al machismo y a la “ultraderecha”. Estos iluminados de la nada son lo que son: creadores de expectativas, como su Pablo Iglesias, y enredadores profesionales que viven del engaño, la mentira y la desgracia ajena.
Por cierto, que Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género y excandidata de Podemos, tampoco se pronunció sobre dicho uso, en el dúplex que realizó con el programa del periodista favorito del sector morado del Ejecutivo, ¡que asco señora! Contra la violencia, que no sea la de los amiguetes.
Lo que sí está claro es que ese empleo de las niñas no continuó el martes con la misma cadencia que un día antes. Y no faltan quienes lo atribuyen a un tirón de orejas a los responsables del espacio. Una patada en los huevos, sería más efectivo.
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