Las personas con riesgo incrementado de desarrollar Alzheimer muestran una pérdida de peso que podría predecir el deterioro cognitivo de la enfermedad. Se trata de la conclusión del estudio realizado por un equipo del centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), con el impulso de la Fundación “la Caixa”.
Según explica el doctor Oriol Grau, primer autor de la investigación e investigador del BBRC, “hemos detectado que la pérdida de peso puede predecir la presencia de biomarcadores alterados de la enfermedad de Alzheimer, como son la acumulación de las proteínas Tau y Beta-amiloide al cerebro, en personas sin alternaciones cognitivas”.
La acumulación de estas proteínas indica un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y empieza a detectarse hasta 20 años antes de la manifestación de los primeros síntomas cognitivos. No obstante, tenerlas no implica que se acabe desarrollando enfermedad.
Este estudio, publicado en la revista Alzheimer’s Research & Therapy, también ha contado con la participación de investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, de Roche Diagnostics International, de la University Hospital de Suecia, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN).
Pérdida de peso progresiva
Los investigadores analizaron la asociación entre los cambios de peso corporal y los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en 408 participantes sin alteraciones cognitivas del Estudio Alfa +, impulsado por la Fundación “la Caixa”. Los participantes recibieron diferentes visitas separadas por un intervalo de 4 años de media y realizaron una serie pruebas cognitivas, clínicas y de neuroimagen.
Los resultados del estudio revelan que los participantes con un mayor riesgo de Alzheimer habían perdido una media del 1% de su peso corporal por año. Sin embargo, los participantes con menor riesgo no habían experimentado pérdida de peso durante el periodo de seguimiento. Estas diferencias se observaron teniendo en cuenta otras causas potenciales de cambios en el peso corporal, como factores de riesgo cardiovascular o niveles de ansiedad y depresión.
El doctor Oriol Grau afirma que “una de las hipótesis que se ha desarrollado es que la enfermedad de Alzheimer afectaría directamente a una estructura del cerebro llamada hipotálamo. Esta región, aparte de otras funciones, también regula el metabolismo y el gasto energético del cuerpo. En consecuencia, sus alteraciones podrían dar lugar a cambios en el peso corporal”.
El estudio abre la puerta a incluir esta medida, junto con otros factores de riesgo ya establecidos, para disponer de más herramientas para determinar el riesgo de Alzheimer.
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