Unidad Editorial se ha enfrentado a varios procesos judiciales en los últimos años tras la denuncia de más de una decena de fotógrafos que trabajaban como falsos autónomos. El último proceso judicial se ha prolongado durante más de dos años. En 2019, cuatro fotógrafos que trabajaban como colaboradores denunciaron a la editora acusándolos de mantener con ellos un contrato de falsos autónomos. Así lo ha confirmado la FeSP en una de sus últimas publicaciones.
No era la primera vez, previamente, otros 12 fotoperiodistas habían acusado a la compañía de mantener las mismas prácticas. Después de un largo proceso judicial, el Tribunal supremo ha inadmitido el recurso de casación interpuesto por Unidad Editorial, confirmando la sentencia contra la editora responsable de Expansión.
Según admitía la primera sentencia que ahora ha sido revalidada, la relación laboral entre los demandantes y la compañía quedó demostrada, por lo que se dictaminó que los afectados debían de formar parte de la plantilla. Ahora, el Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de Unidad Editorial contra el que no cabe ningún recurso.
Unanimidad entre los magistrados
De esta manera, queda probado que la empresa distribuía las tareas entre sus trabajadores sin distinguir si formaban parte de la plantilla o eran colaboradores. Según la FeSP, los tres magistrados que han estudiado la demanda han determinado la inadmisión del recurso presentado desde la compañía responsable de la edición de El Mundo.
Las dos vías que se han presentado a la empresa son admitir a los trabajadores en su plantilla o indemnizarlos. Según la FeSP, la compañía se ha negado a incorporarlos como trabajadores, por lo que tendrá que afrontar sus indemnizaciones.
Recordemos que la pasada semana, Unidad Editorial presentó un ERE sobre su plantilla que parte de la reducción de 98 personas. No obstante, se ha abierto el periodo de negociación entre la compañía y los representantes de los trabajadores.
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