La salud auditiva suele resentirse durante el verano y uno de cada tres españoles padece infecciones de oído u otitis en esta época del año. Los cambios bruscos de temperatura, los chapuzones en el agua, las corrientes de aire o los cambios de presión durante los viajes en avión, son algunos de los factores que ponen en riesgo los oídos.
Otitis del bañista
Los chapuzones son los principales culpables de generar la conocida como otitis del bañista. Hablamos de una dolorosa infección de oído causada por la entrada de agua y humedad en el conducto auditivo externo y que puede agravarse en el caso de aguas poco salubres.
Además, la humedad también facilita la aparición de tapones de cera. Este tipo de afección es muy frecuente en niños y, entre sus síntomas, destacan los picores y el enrojecimiento de la zona, dolor de oídos e incluso una cierta pérdida de audición.
Las corrientes de aire también pueden suponer un riesgo para nuestros oídos y las vías respiratorias. Por ejemplo, el uso de sistemas de aire acondicionado, que tienden a reducir la humedad, producen un ambiente frío y seco perjudicial para nuestra salud.
Acúfenos por deshidratación
La deshidratación, además de provocar mareos y vértigos, también puede originar acúfenos o tinnitus. Se trata de una percepción de ruido en los oídos o en la cabeza sin que exista una fuente exterior de sonido y sin que exista ningún tipo de estímulo sonoro.
Los acúfenos están causados por una disminución de la circulación de sangre y por una tensión arterial baja, dos factores resultantes de la deshidratación. Tanto los niños como los ancianos son los más propensos a experimentar afecciones en el oído por deshidratación.
No obstante, los viajes suponen otra amenaza para el oído por los cambios de presión. Estos pueden provocar, no sólo molestias en la zona, sino también ocasionando una pérdida de audición temporal. Al viajar en avión, los cambios de presión son muy frecuentes, aunque también se pueden experimentar viajando en coche por las diferentes altitudes respecto el nivel del mar.
Consejos para mantener una buena salud en los oídos
– Limpiar y secar los oídos después de cada baño.
– Bañarse en aguas de piscina o de playa limpias. Las aguas contaminadas incrementan la probabilidad de padecer infecciones auditivas u otitis.
– Sumergirse en el agua progresivamente para que no entre bruscamente en los oídos.
– Usar tapones para bañarse. Es el método más efectivo para evitar el agua en los oídos.
– Evitar dormir durante el aterrizaje y despegue de un vuelo de avión. Bostezar, masticar un chicle o caramelo son formas efectivas para destaponar los oídos.
– No hacer un uso excesivo de los aires acondicionados.
– Evitar la exposición a ruidos fuertes y cercanos, por ejemplo en los conciertos, ferias o fiestas populares.
– Beber la cantidad de agua suficiente para evitar los mareos y acúfenos provocados por la deshidratación.
– Evitar el uso de bastoncillos para limpiar los oídos, ya que pueden provocar tapones.
– Conocer el entorno. Evita lugares ruidosos y busca zonas tranquilas.
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