Este martes, el grupo Prisa celebra el último Consejo de Administración antes de las vacaciones estivales. Será una reunión que tendrá lugar dentro de un ambiente de cierta tensión. Algunos de los consejeros no son partidarios de la línea que ha seguido el presidente de la compañía Joseph Oughourlian.
Además de la aprobación de cuentas, el informe de gestión y los estados de información no financiera, el organismo interno de Prisa dará luz verde a los nombramientos que han tenido lugar en la compañía en las últimas semanas. Se propondrá además, a Carmen Fernández de Alarcón como consejera dominical en representación de Vivendi, segundo accionista con más participación en Prisa.
En la reunión de este martes, también se ratificarán los nombramientos por cooptación que se anunciaron el pasado mes de febrero. Rosauro Varo, Javier Santiso y María José Marín serán ratificados como consejeros independientes. Además, Manuel Mirat y Carlos Núñez obtendrán la aprobación definitiva como consejeros ejecutivos.
División en el Consejo
Tal y como destaca el diario ABC, la cita del Consejo de Administración ha suscitado varias discrepancias que tienen como protagonista a la familia Polanco y a los accionistas mexicanos. Según el diario de Vocento, la familia fundadora de El País, que actualmente posee un 7,6% del capital, ha pedido agrupar su voto al de los mexicanos Roberto Alcántara y Carlos Fernández, con un 5% del accionariado respectivamente. El objetivo es aunar el 17,6% de los votos.
La decisión vendría provocada tras el nombramiento de Manuel Mirat y Carlos Núñez para dirigir las áreas de Educación y Medios, recientemente divididas por decisión de Oughourlian. El objetivo de la familia Polanco y los accionistas mexicanos sería blindar su condición de dominicales ante el resto del Consejo.
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