El 16 de julio los familiares de los cuatro periodistas holandeses asesinados en El Salvador en el año 1982 demandaron a un grupo de militares mediante los abogados de dos organizaciones humanitarias para buscar justicia. El crimen fue cometido por una patrulla del Ejército Salvadoreño en plena guerra civil (1980-1992).
Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag son los nombres de los periodistas asesinados el 17 de marzo de 1982. Los cuatro comunicadores trabajaban para IKON, canal de televisión de Holanda. Se dice que a los profesionales de la comunicación los mataron a sangre fría. Estos hombres fueron fusilados por el ejército salvadoreño, mientras hacían su trabajo como reporteros.
La acusación fue presentada por la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos (Asdehu) y la Fundación Comunicándonos ante el Juzgado de Primera Instancia de Dulce Nombre de María, Chalatenango (norte). Ante esta instancia en el año 2017 se reabrió el proceso tras la anulación de una ley de amnistía de 1993.
Los abogados señalaron que el autor intelectual del crimen fue el coronel Mario Adalberto Reyes Mena, excomandante de la Cuarta Brigada de Infantería.
Óscar Pérez, de la Asociación Comunicándonos, señaló: “no descartamos la solicitud de extradición de los responsables a Holanda. Si la justicia salvadoreña no actúa, la justicia holandesa va a seguir su camino“.
Pérez además destacó: “existe plena evidencia de que la muerte de los periodistas holandeses, ocurrida el 17 de marzo de 1982, fue consecuencia de una emboscada planeada con anterioridad“.
¿Por qué mataron a los periodistas holandeses?
Según reseña el libro “La emboscada” editado por la Fundación Comunicándonos, los periodistas estaban en El Salvador realizando una investigación y cobertura con el fin de informar sobre los embates de la guerra civil.
Holanda fue uno de los países que mostró más interés por lo que ocurría en El Salvador.
Bajo este escenario llega a El Salvador el equipo de cuatro periodistas de IKON dirigido por Koster y que “tenían previsto” hacer un reportaje de televisión sobre la situación de San Salvador. También en algunas zonas de influencia” de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
LA ORDEN FATAL…
Según el libro La Emboscada, el 17 de marzo de 1982 . La orden fue dada por un grupo de altos mandos del Ejército que, conociendo la presencia de los reporteros junto a un grupo de guerrilleros. Además sabiendo su rumbo a un campamento en Chalatenango. Tomaron la decisión de esperarlos y atacarlos.
Los periodistas fueron salvajemente atacados cuando se dirigían a realizar entrevistas a dirigentes de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Los periodistas holandeses recibieron la primera advertencia de lo que les sucedería seis días antes de su asesinato. El 11 de marzo de 1982 fueron arrestados por la Policía de Hacienda y fuertemente interrogados. La razón fue el supuesto de que, dentro de uno de los bolsillos de un guerrillero asesinado en un enfrentamiento, había encontrado un papel con el nombre, teléfono y lugar de hospedaje de Koster.
Luego de ello, surgieron más persecuciones, vigilancias y amenazas. Sin embargo, los periodistas no desertaron de su labor.
Según Antonio Hernández, ex miembro de la Comisión de Derechos Humanos: “Koster era una persona muy firme en sus decisiones. Venía al país y luego se retiraba. Se reunía con los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de aquel entonces. Koster escogió un grupo que entendía su pensamiento y su compromiso por la justicia”.
En Chalatenango, el grupo de periodistas fue sorprendido por ráfagas de fusiles y ametralladoras que provenían de soldados del ejército, situados a 100 metros de ellos. Los proyectiles impactaron los cuerpos de los cuatro periodistas. El ejército disparó a cuatro personas desprotegidas.
Actualmente El Salvador continúa siendo un país complicado y peligroso para el ejercicio de la profesión de periodista.
Seguiremos informando…