Jesús Cintora lo tiene difícil tras su cese en ‘Las Cosas Claras’ de TVE. El periodista de cabecera de Unidas Podemos se ha ido cerrando puertas una tras otra y tiene escasos lugares en los que recalar. Además, su etapa en el programa de La 1 y las circunstancias de su salida le han colocado en una situación delicada, con el PSOE en plena desconfianza ante su defensa por parte de Unidas Podemos. Y es que tanto Cintora como el partido morado, han ejercido una línea defensiva de “tierra quemada” que no ha gustado nada al sector socialista del Gobierno y a su productor de referencia, José Miguel Contreras.
Un Contreras que el pasado 22 de julio tuvo que soportar el chaparrón, por un lado, de Cintora aprovechando su último programa para ajustar cuentas -Ejecutivo de Pedro Sánchez incluido-, y, por otro, de miembros del Gobierno y del PSOE que no daban crédito a lo que se estaba emitiendo en el espacio. Algo que refuerza aún más la tesis de la guerra civil PSOE-UP en TVE y su aprovechamiento por José Manuel Pérez Tornero para poner fin a un espacio absolutamente politizado y criticado por la plantilla de TVE.
Pero mientras que Contreras, gracias -entre otros- a padrinos importantes dentro y fuera del Gobierno, mantendrá su facturación en TVE, a Cintora se le auguran días difíciles. Su situación genera todo tipo de apuestas y cábalas. Pero, sobre todo, hay una cuestión de lo más importante: por donde ha pasado se ha ido cerrando puertas.
Hay que recordar que Cintora fue despedido de la SER, se marchó de Mediaset (donde la “persecución” de Paolo Vasile, le concedió refugio durante años tras sacarle de ‘Las Mañanas de Cuatro’, donde desembarcó dando codazos un ‘trepa’ manifiesto, ahora ‘represaliado’ también) y operó de forma similar y sibilina con Atresmedia tras darle una nueva oportunidad televisiva (y a pesar del fracaso de su formato ‘Carretera y manta’), de donde se marchó porque quiso. Su defensa numantina por parte del podemismo (y algún fan de la rosa de Rialp) tampoco le deja bien situado en las autonómicas de Comunidades gobernadas por el PP. Y la pública estatal ni se contempla.
Por eso, las ‘porras’ políticas y periodísticas sobre su futuro se decantan en torno a quiénes más han defendido su labor en TVE, a saber: Unidas Podemos (o sea, posible universo Roures-Mediapro), Compromís (posible cuota en A Punt, recordando que el infrarrepresentado Joan Baldoví era un habitual de ‘Las Cosas Claras’, especialmente con sus lloros para el mantenimiento de Cintora) o ERC (TV-3, donde también tiene ‘negocis’ el amigo Roures). También hay quienes no descartan algún salvavidas desde ETB, donde el hombre del PNV, Xabier Lapitz, ya ha rescatado a un Javier Aroca que se pensó que lo de Cintora iba a ser el Reich de los Mil Años y se quedó en flor de un curso.
Seguiremos Informando…
NOTA DEL EDITOR:
Por qué es tan asqueroso todo esto. Por qué los profesionales, las asociaciones que cuando les conviene machacan, destrozan, vilipendian, insultan… y sus representantes se callan como putas. Hasta dónde están dispuestos a aguantar a estos seres que lo único que buscan es su enriquecimiento, y de paso hundir todo, depreciar y despreciar todo… Y todo, como no, con el dinero de todos. Porque las teles las pagamos todos, aunque sean independentistas o de los hijos del averno. Estamos acostumbrándonos a que se rían y destrocen las instituciones, a que insulten a nuestros representantes, y ello desde las teles públicas. Hay que poner un punto y final a la politización. Hoy, en Telemadrid vuelve la peor versión del fascismo de la mano de JAS, el amigo de El Pocero… Más mierda, que hay poca.