Por Isabel Lozano, Socia Fundadora y CEO de Trescom.
Más allá de CEOs y CTOs, un virus ha sido la tormenta perfecta y el verdadero impulsor de la transformación digital. Ahora el apellido digital está presente en todo, pero no como un canal sino más bien como una competencia que enriquece y, claro está, añade retos importantes. En este mundo ya conectado, el objetivo primordial es que el mensaje siga llegando con la máxima fuerza posible y permanezca en la memoria del receptor. Hablamos de creatividad e innovación, de compartir y aprender en un código diferente, en un código digital.
Hablábamos de blockchain, cloud computing, ciberseguridad, análisis de datos, inteligencia artificial o programación web, pero el verdadero desafío digital fue para muchas compañías enviar a toda su plantilla a trabajar desde casa.
¿Qué herramientas utilizar en comunicación interna para consolidar una cultura de trabajo con equipos deslocalizados? ¿Cómo lograr una comunicación eficaz? ¿Cómo desempeñar el liderazgo con los equipos a través de una pantalla? ¿Cómo promover y fomentar la innovación y la creatividad? ¿Cómo trasladar los elementos físicos al entorno digital? ¿Qué herramientas adoptar para garantizar una comunicación eficaz con mis grupos de interés?
En Trescom estamos a la vanguardia en nuestro sector porque perseguimos liderar el proceso de transformación digital. Nuestra filosofía de equipo son tres realidades: el cambio constante, el aprendizaje continuo y la curiosidad para lograr ir un paso por delante. En este mundo pospandemia, estamos invirtiendo nuestros esfuerzos en entender e interpretar cuáles son las demandas de este escenario de juego. Queremos ser aún más sofisticados en las estrategias que elaboramos para nuestros clientes, en las que ofrecemos herramientas y procesos flexibles, pero eficaces. ¿Lo importante? Una vez más, el protagonismo se lo cedemos al mensaje, que ahora es todavía más interactivo, bidireccionalidad, demanda una actualización constante y, por supuesto, multisoporte.
Como agencia es importante marcar objetivos y estudiar tanto las áreas desde las que se comunica, como adaptar el mensaje en función de los grupos de interés a los que persiguen llegar (comunidades, trabajadores, proveedores, accionistas…). Nuestro reto hasta este momento ha sido transformar una escucha activa en oportunidades a través de estrategias transversales. Hacerlo puede contribuir a frenar la incertidumbre actual, pero también a transformar la cultura comunicativa.
