La rápida toma de Afganistán por parte de los talibanes tiene a los medios de comunicación trabajando a toda máquina por mantener su cobertura de los sucesos minuto a minuto. Pero lo que mas les preocupa es la integridad de sus periodistas y familiares. Especialmente sus corresponsales femeninas quienes corren especial peligro por la postura de los talibanes ante este género. Esto agrava la situación ya que cualquier paso en falso de los profesionales, provocaría sus asesinatos.
La reportera de CNN Clarissa Ward, es una de las que se encuentra en la región y mantiene en vilo no solo al medio de comunicación que representa, sino a su audiencia. Ello por su arriesgado trabajo cargado de profesionalismo, pero que también la pone en un riesgo extremo cada minuto que pasa en la región.
En una entrevista desde Afganistán, Clarissa afirmó que incluso algunos de los combatientes talibanes con los que había hablado estaban sorprendidos por la rapidez con la que cayó el país. Ward además afirmó que los talibanes le habían dado permiso para grabar un reportaje para CNN, pero le pidieron que se hiciera a un lado “porque soy una mujer”.
Las compañías de noticias evalúan una y otra vez las necesidades de seguridad. Richard Engel, de NBC News, dijo que la cadena se había trasladado de su oficina a un lugar más seguro.
Roxana Saberi, de CBS News, transmitió el lunes desde su habitación de hotel para “CBS This Morning”, porque las instalaciones estaban cerradas. La comunicadora a pesar de su profesionalismo, se mostró nerviosa.
SOLUCIONES PARA LOS PERIODISTAS…
El lunes, el editor y director general del Washington Post, Fred Ryan, envió una solicitud urgente de ayuda y protección al gobierno de Los Estados Unidos a nombre de más de 200 periodistas. Además personal de apoyo y familiares de personas que trabajaban para su diario, The New York Times y el Wall Street Journal. En la misiva solicitaban ser trasladados del lado civil al lado militar del aeropuerto de Kabul.
En respuesta A.G. Sulzberger, presidente y editor de The New York Times afirmó: “quiero asegurarles que estamos haciendo todo lo posible para tratar de poner a nuestro personal, a nuestros antiguos colaboradores y a sus familias fuera de peligro tan pronto como sea humanamente posible”.
Por otro lado, María Salazar-Ferro directora de emergencias de El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), señaló por medio de un comunicado: “hemos recibido solicitudes de ayuda para salir del país por parte de 475 periodistas en Afganistán que trabajan para medios de comunicación locales e internacionales. Sin embargo, con los vuelos detenidos, ahora mismo la opción es quedarse en un lugar y esperar a ver cómo evoluciona la situación“.
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