El nuevo poder en Kabul ya ha comenzado a imponer duras restricciones a los periodistas, según informa Reporteros Sin Fronteras (RSF). Aunque los talibanes se comprometieron en público a proteger a los informadores y a respetar la libertad de prensa, la realidad está siendo muy diferente y las promesas vuelven a incumplirse.
La lista de obligaciones que deben asumir los periodistas crece cada día. Además, se multiplican las amenazas, las presiones y, en ocasiones, los actos violentos contra los informadores. “¿Van a quitarse ya la careta los talibanes? Les pedimos que garanticen unas condiciones que permitan el ejercicio de un periodismo digno de ese nombre“, afirma Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF).
Los medios de comunicación privados que siguen emitiendo en Afganistán están sufriendo amenazas de manera asidua. Como informa RSF, “en una semana los talibanes han golpeado a cinco periodistas y cámaras de nuestro canal […] Controlan todo lo que emitimos. Sobre el terreno, los comandantes talibanes apuntan por sistema los números de nuestros reporteros. Les dicen: ‘cuando prepares tu reportaje, di esto y aquello’. Si dicen otra cosa, les amenazan“, explica el productor de una cadena privada de televisión de ámbito nacional.
“Se han detenido las series, los programas de sociedad. Sólo emitimos boletines informativos breves y documentales de archivo”, explica el responsable de una cadena de televisión privada. Además, el director de una emisora de radio privada añade que “han empezado a ‘guiarnos’ sobre las informaciones que podemos o no difundir y sobre lo que ellos consideran información justa“.
Los talibanes atacan a dos periodistas del canal principal de noticias
Un reportero y un operador de cámara del principal canal de noticias afgano fueron agredidos por los talibanes en la calle, mientras realizaban un reportaje en Kabul. El periodista Ziar Yaad desmintió, en su cuenta de Twitter, las informaciones publicadas en algunos medios sobre su muerte. Sin embargo, sí confirmó que “los talibanes me golpearon en Kabul mientras informaba. También nos han quitado las cámaras, equipo técnico y mi teléfono móvil”.
Una agresión que se produce después de que los talibanes aseguraran la independencia y libertad de los medios de comunicación en su primera rueda de prensa, tras la conquista del país el pasado 15 de agosto.
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