La Asociación Española de Migraña y Cefalea conmemora este domingo el Día Internacional de acción contra la Migraña, con el fin de sensibilizar acerca del dolor de los pacientes que sufren este tipo de cefaleas y mejorar su calidad de vida.
La migraña es una de las patologías más frecuentes en nuestro medio y la principal causa de discapacidad temporal en la población joven y de mediana edad. Algo que saben muchos migrañosos es que ciertos alimentos o tipos de dieta pueden provocar una crisis de migraña. Algunos estudios establecen que hasta un 30% de los pacientes con migraña refieren algún alimento que les provoca el dolor de cabeza.
Según explica el doctor David Pérez Martínez, jefe de servicio de Neurología y Neurofisiología del Hospital La Luz de Madrid, hay que partir de la idea de que existe una gran variabilidad entre pacientes, un mismo alimento puede desencadenar cefalea en algunos y, en cambio, no tener efecto para otros. En todo caso, las evidencias más claras se relacionan con el uso de glutamato (aminoácido clave para las funciones sensoriales y metabólicas) como potenciador del sabor y la privación del consumo de cafeína. “El glutamato monosódico se emplea como potenciador del sabor en numerosos alimentos procesados y se asocia a cefalea en pacientes migrañosos”, aclara. El papel de la cafeína es más complejo, asegura el neurólogo. “Se sabe desde hace mucho tiempo que la cafeína es un tratamiento efectivo para mejorar la crisis de migraña junto a analgésicos, pero también puede generar cefalea en aquellos que la dejan de tomar si la consumían previamente de forma habitual. Un estudio estimó que hasta el 47% de los sujetos sufrían cefalea tras la privación de consumo de cafeína. La cefalea suele comenzar entre 1-2 días después de suspender el consumo y puede durar hasta una semana” precisa el doctor Pérez Martínez.
Pero también existe el efecto inverso, hay dietas y suplementos que parecen reducir la migraña. De acuerdo el jefe de servicio de Neurología y Neurofisiología del Hospital La Luz, hay evidencias de que la dieta baja en grasas y la dieta cetogénica (baja en carbohidratos) pueden reducir la tasa de migrañas, aunque los datos no son de gran calidad. “También existen diversos ensayos clínicos que sugieren una reducción de los episodios de migraña con suplementos de vitaminas del grupo B, Coenzima Q, ácidos grasos omega-3 o magnesio. Quizás este mineral es el que más interés ha despertado. Se han realizado estudios sobre su uso como terapia aislada y como terapia asociada a los fármacos que se emplean habitualmente en la migraña demostrando eficacia en ambos casos”, asevera el experto.
En definitiva, la migraña es una enfermedad muy frecuente en la población y un conocimiento adecuado de la dieta de cada paciente y de los desencadenantes de la migraña puede ser de gran utilidad para el manejo integral de estos pacientes.
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