Hay cuentas por saldar, como lo demuestra el terrible ‘zurriagazo’ propinado por Manuel Cerdán, desde OKDiario, a Ana Romero y a su excompañero Antonio Rubio. El veterano periodista ha puesto en solfa la contratación, por parte de la OTT Starz, de la experiodista de ‘El Mundo’ Ana Romero.
Según Cerdán, Romero habría escrito sus libros sobre la Monarquía al dictado del CNI, cometiendo errores de bulto en ellos, lo que invalidaría su contratación como “asesora” de dicha plataforma para sus producciones sobre el rey Juan Carlos.
Mucho más llamativo ha sido el golpe propinado, de rebote, a quien fuera su pareja en el equipo de Investigación de ‘El Mundo’, Antonio Rubio, al que ha señalado como divulgador del fichaje de Romero, tildándole de “amigo” de la periodista. Además, Cerdán ha señalado que ambos están unidos por el interés común en la Asociación de Periodistas de Investigación (API), donde Rubio ejerce la presidencia y Romero ha sido una de las “promotoras”.
Atrás quedan años de investigaciones conjuntas que marcaron la agenda, especialmente en los años 90 con el terrorismo de Estado y la corrupción socialista vinculada a los GAL. ¿Os acordáis de la foto del guardia Vicente Soria?
Ajustes de cuentas
Se trata, según fuentes del sector, de un nuevo episodio de la batalla librada entre Cerdán y Romero, que ha conocido una deriva pintoresca. La experiodista de ‘El Mundo’, protegida en su momento de Pedrojota Ramírez y despedida por Casimiro García Abadillo, se presentó, en su momento, como la interlocutora privilegiada de Corinna Larsen, amiga del monarca emérito.
Romero, bajo la protección de Ramírez y aprovechando el viento a su favor del interés por Corinna tras el escándalo de Botswana, se posicionó casi como una portavoz oficiosa de Larsen, como dejaron ver sus correos electrónicos, en los que Romero aconsejaba y avisaba sobre artículos negativos.
Romero -que tuvo otro de sus momentos de gloria cuando Pablo Iglesias sacó a colación en la sala de prensa del Congreso su abrigo de pieles- no es precisamente alguien que dejase un recuerdo grato en la redacción de ‘El Mundo’. Tras su despido, y ante las acusaciones de censura, la sección de Nacional y sus ‘pesos pesados’ (Lucía Méndez, Marisa Cruz, Fernando Lázaro, etc.) lanzaron una carta desmintiendo la versión de Romero.
Además, la periodista también cayó en desgracia ante Corinna, que llegó a señalarle como “agente doble” ante las supuestas presiones recibidas por el CNI.
Todo un culebrón.
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