Este viernes, 29 de octubre, se celebra como cada año, el Día Mundial del Ictus, enfermedad que supone la segunda causa de muerte en España y la primera en mujeres. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año más de 120.000 españoles sufren un ictus con secuelas que pueden provocar una discapacidad importante.
El objetivo de este día es informar y sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad cerebrovascular, la importancia que tiene la prevención y el diagnóstico precoz, así como los factores de riesgo y los síntomas. La Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (SEMES), afirma que 1 de cada 6 personas sufrirá un ictus en su vida, una enfermedad que es más frecuente a partir de los 55 años y su riesgo aumenta proporcionalmente con la edad.
Detectar los síntomas en las primeras horas son vitales para reducir los efectos de estos accidentes vasculares en el cerebro (o infartos cerebrales) y evitar la muerte.
Hay dos tipos de ictus, el isquémico y el hemorrágico. El ictus isquémico es el más frecuente y se produce como consecuencia de la obstrucción de un vaso arterial y por tanto un déficit de riego sanguíneo. El ictus hemorrágico, al contrario, se produce por la rotura de un vaso y la aparición de un sangrado en el interior del cerebro.
En la última década se han desarrollado técnicas novedosas que permiten tratar al paciente con ictus con una mejoría muy relevante, incluso con desaparición de toda la sintomatología. Estas técnicas consisten en el uso de medicación para romper el trombo, conocido como fibrinólisis, y el empleo de neurointervencionismo para viajar con un catéter hasta el cerebro y extraer el trombo. Estas dos herramientas han revolucionado el tratamiento del ictus agudo y permiten una elevada tasa de recuperación en estos pacientes. Sin embargo, el beneficio es mayor cuanto antes se inicien estas terapias. La fibrinólisis en las primeras 4 horas y media, y el neurointervencionismo en las primeras 6 horas, pudiendo extenderse más allá en algunos casos.
Diferentes profesionales de los servicios de Cardiología, Neurología y Neurorradiología Intervencionista del Hospital La Luz están especializados en la atención al ictus, permitiendo el abordaje multidisciplinar para este tipo de pacientes.
Por este motivo, y a propósito del Día Mundial del Ictus, este viernes en el vestíbulo del Hospital La Luz, se montará una mesa informativa relacionada con esta patología: cómo prevenir el ictus, como detectarlo así como se instalarán dos puestos portables para realizar ecografía de carótidas Doppler, electrocardiograma con dispositivo portátil y toma de la tensión arterial, en la que participarán los doctores Roberto Martín Reyes, jefe de Servicio de Cardiología, David Pérez Martínez, jefe de Servicio de Neurología y Mario Martínez-Galdámez, neurorradiólogo y jefe de Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital La Luz. Tres servicios médicos clave para prevenir y detectar precozmente el ictus que trabajan coordinadamente para proporcionar la mejor respuesta asistencial.
Los síntomas más habituales para la identificación del ictus es la aparición de debilidad o pérdida de fuerza en una extremidad o en la cara, la dificultad para hablar, la pérdida de visión aguda, la inestabilidad brusca o la presencia de cefalea muy intensa como nunca se ha sufrido. Ante la duda, una exploración neurológica es clave para poder identificar esta patología tratable y prevenible.
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