Las personas afectadas por disfagia orofaríngea (DO) no pueden tragar y/o masticar alimentos o líquidos de forma eficaz. Por este motivo, no logran alcanzar la ingesta calórica necesaria, lo que genera estados de desnutrición y deshidratación que los hace más frágiles y vulnerables.
Hoy en día, los trastornos de la función deglutoria son una pandemia emergente que afecta a más de 2 millones de españoles. Por otro lado, según diferentes estudios, la disfagia afecta a una de cada cuatro personas mayores: al 27% de los pacientes mayores de 70 años que viven en la comunidad, al 56-78% de los ancianos institucionalizados en residencias geriátricas y hasta el 47,5% de los ingresados en centros sanitarios por enfermedades agudas.
La disfagia no sólo afecta a las personas mayores
No obstante, este trastorno no sólo afecta a los más mayores. La prevalencia de la disfagia orofaríngea también muy alta en otras patologías. Y es que, cerca del 90% de las personas que tienen Alzheimer, Parkinson o Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), en fases avanzadas, la presentan. Además del 45% de las personas que han padecido un ictus.
El doctor Pere Clavé, especialista en disfagia del Consorci Sanitari del Maresme y fundador de la Europea Society for Swallowing Disorders (ESSD), explica que “sólo se diagnostica el 10% de los casos de disfagia, por lo que el 90% restante no se alimenta adecuadamente al no poder tragar. La persona que no está diagnosticada reduce espontáneamente las porciones de los alimentos y la variedad de ellos, debido a las molestias al tragar, por lo que se alimentan peor. La deshidratación, la malnutrición y las infecciones respiratorias y la neumonía aspirativa son frecuentes y graves complicaciones de la disfagia en ancianos y pacientes con enfermedades neurológicas”.
Campaña divulgativa y recetario para comidas adaptadas
Por todo esto, FUREGA, fundación formada por médicos especialistas en gastroenterología, ha impulsado una campaña entre los profesionales de la salud con material divulgativo, charlas y asesoramiento especializado. Además, ha puesto a su disposición vídeos divulgativos y un recetario con más de 100 vídeo-recetas adaptadas, seguras, sabrosas y atractivas para el paciente.
Según la experiencia de FUREGA, muchos pacientes dejar de comer al no acostumbrarse a las texturas adaptadas, ya que el tratamiento clásico de la DO consiste únicamente en medidas compensatorias como el uso de espesantes, naturales o comerciales, para adaptar fluidos.
“La creación de estos platos ha sido un gran reto, aunque pueda parecer sencillo a simple vista. Hemos introducido diferentes formas de cocinar, no sólo los hervidos; hemos seleccionado y pesado los alimentos teniendo en cuenta que el plato aumente la variedad de ingredientes, colores y sabores y hemos hecho triturados múltiples. La persona debe saber cuándo está comiendo un primer plato, un segundo o un postre”, afirma Alicia Costa, nutricionista del CSdM y colaboradora del proyecto.
Los distintos profesionales serán los encargados de facilitar a sus pacientes un código de acceso a las recetas. El principal objetivo es mantener un adecuado estado nutricional y de hidratación a través de una dieta segura, nutricionalmente equilibrada, con bolos fáciles de tragar y evitando el riesgo de broncoaspiración.
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