La reforma de la ley de propiedad intelectual se ha convertido en el protagonista del sector desde que se confirmaran las nuevas modificaciones aprobadas por el Consejo de Ministros. Uno de los cambios radica en la libertad de cada editor para negociar los derechos de propiedad intelectual de forma individual.
A pesar de que muchos han visto una oportunidad en esta reforma, no todos la han recibido como algo positivo. Desde la FAPE catalogan la transposición de la directiva europea sobre los derechos de autor en el sector digital como insatisfactoria.
La asociación de periodistas reconoce que el hecho de que los editores y titulares de los derechos de propiedad intelectual puedan negociar de manera individual conlleva ciertos peligros. A la espera de conocer el texto completo de la transposición, la FAPE muestra su desconfianza ya que “la no obligatoriedad de la gestión colectiva perjudica claramente a los autores, ya que abre la puerta a acuerdos individuales opacos entre editores y plataformas”.
Se muestran partidarios de un modelo de gestión colectiva obligatoria –como el que hasta ahora estaba en manos de Cedro- para garantizar una negociación equilibrada entre las partes y transparencia en los contratos. Aseguran que es un método que aporta mayor seguridad para los autores frente al uso de su obra por parte de buscadores y agregadores. Afirman que al no estipular una transparencia obligatoria en los contratos, será imposible que los autores conozcan qué remuneración es la adecuada.
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