“Huele a revolución”. Con esta frase definía Yolanda Ramos en San Sebastián la sensación que se respiraba en el ambiente después de concluir el visionado de los tres primeros capítulos de Cardo. Ocurrió el pasado mes de septiembre, cuando la prensa televisiva pudo disfrutar de un gran avance de la nueva serie de Atresplayer Premium en el marco del Festival Internacional de Cine de la ciudad donostiarra. Una ficción que, sin complejos y sin miedos, pone sobre la palestra el vació existencial que siente buena parte de las personas que pertenecen a la generación millennial.
Producida por Atresmedia TV en colaboración con Buendía Estudios y Suma Latina –productora de Los Javis–, Cardo es, en palabras de Ambrossi y Calvo, “verdad”. Los dos ejercen como productores ejecutivos, pero quienes realmente están detrás de la serie son Ana Rujas y Claudia Costafreda. Ambas forman un tándem que funciona a la perfección tanto dentro como fuera de la pantalla. A pesar de que el resultado es notable, ambas reconocen que el proceso no fue fácil: “Hemos discutido porque a veces teníamos opiniones distintas”.
No obstante, la serie emana imperfección y honestidad, unos valores que tanto Ana Rujas como Claudia Costafreda ponen en valor, porque ha dado lugar a una obra que representa la “fusión” de ambas. Llevar a cabo un proyecto de tal magnitud no siempre cuenta con el respaldo de las productoras, pero en esta ocasión si ha sido así. Las dos creadoras destacan la libertad con la que han podido trabajar, gracias en buena medida a Buendía Estudios y Atresplayer Premium, donde ambas aseguran sentirse muy cómodas.
“Cardo está participando de un cambio que se está dando en la industria. Si las grandes productoras, grandes plataformas o grandes medios apuestan por producir esto, entiendo que otros grandes medios también van a apostar”, explica Claudia Costafreda, creadora de Cardo. Una opinión que también comparte Ana Rujas, quien asegura que la nueva ficción de Atresplayer Premium puede servir “para que los peces gordos se empiecen a dar cuenta de que estas cosas sí funcionan”.
La actriz que interpreta a María, protagonista de la serie, reconoce que lo más complicado a nivel creativo ha sido darle forma a todo lo que querían contar. “Queríamos que tuviera un recorrido y que funcionase”, explica. En esta línea, recuerda cómo cambió su visión como artista a la hora de encontrarse a sí misma: “Empecé a respetar lo que yo quería, a escucharme y a ser honesta con mi corazón y con lo que sentía como artista”. Ana Rujas también destaca la influencia de Los Javis en el proceso creativo, pues a partir de un encuentro con ellos “empezó a pasar algo que ni yo misma esperaba”.
Claudia Costafreda, por su parte, aún se sorprende cuando piensa en que ambas han sido capaces de “levantar” seis guiones. “Éramos inexpertas. Yo había tenido una experiencia de guionista en Veneno, pero no es lo mismo que coger y decir a ver qué trama hacemos, conocer cuál era nuestra fusión y qué historia queríamos contar de manera conjunta. Ha sido un reto, pero también lo más bonito”, explica la guionista.
“Madrid es un personaje más”
Cardo no sería lo mismo sin Madrid. Las diferentes caras de la capital de España sirven como escenarios a una serie que retrata a la perfección el ambiente que se respira en sus calles. “Ella (Ana Rujas) es de Carabanchel, entonces era una parte del personaje de María que se corresponde con Ana. Era muy importante retratarlo de una manera realista, y más allá de eso, creo que también es importante retratar el contexto. Si nosotras estamos luchando para tener un tono interpretativo de calidad, lo que no podemos hacer es un Port Aventura de Madrid, que pasa en muchas series. Madrid para nosotras es un personaje más”, explica Costafreda.
En la ficción se retrata la noche madrileña, pero también el día a día de una ciudad “que tiene vida propia”. “Es una ciudad donde las dos nos hemos perdido y nos hemos sentido vacías, y nos hemos liado de fiesta y nos hemos pasado… Todas esas calles respiran eso. Si no lo retratamos estaríamos perdiéndonos algo muy bonito. Para nosotras era muy importante explorar el rollo cool con el personaje de Bego, que tiene un piso en Malasaña, o el de Eva, que representa más a la amiga del barrio que tiene su puesto de trabajo y ha cumplido las expectativas de la vida. Todo eso lo recoge Madrid”, remata la creadora de Cardo.
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