El paso de Isabel Díaz Ayuso por El Hormiguero ha traído cola. El espacio de Pablo Motos cosechó un gran dato de audiencia, lo que demuestra el ‘tirón’ del que goza la presidenta madrileña. E incluso el hecho de que los ‘haters’ de Ayuso -desde los ‘trolls’ de Unidas Podemos anclados en el Twitter de 2013 a los ‘caspas’ tipo Antonio Papell, de la genuflexión a Fraga a la del PSOE pasando por Carmen Martínez Castro, siempre con el poder establecido- hayan entrado en modo ‘berrea’ dice bastante de lo que ha supuesto.
Con su presencia en El Hormiguero, Ayuso ha reforzado su papel como ‘lideresa’ política de primer nivel y ha situado a la presidenta de Madrid en la carrera por algo más que el liderazgo del PP madrileño, por encima de Teodoros Garcías Egeas, Ángeles Carromeros y demás eternos conspiradores que pululan por la capital de España.
A día de hoy, Ayuso es la mujer con más papeletas para convertirse en la primera presidenta del Gobierno de España. Un papel que, en su momento, llegó a tener, desde el PSOE, Susana Díaz, antes de que Pedro Sánchez le comiera la tostada y los electores sentenciaran el final del régimen socialista andaluz.
El papel de Miguel Ángel Rodríguez
El éxito de Ayuso debe mucho a la propia presidenta. Pero también a su principal consejero, Miguel Ángel Rodríguez, MAR, que ha demostrado ser un hacedor de presidentes. A Rodríguez, a día de hoy, ya le dicen una y otra vez que, tras Aznar, lleva camino de colocar a otro “cliente” en La Moncloa. Puede ser cuestión de tiempo, pero parece que está en el sendero.
En todo caso, MAR ha sido capaz de atisbar por dónde sopla el aire en la comunicación política y, a pesar de su edad, marcar los tiempos y la forma de operar frente a sus rivales, tanto internos como externos.
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