Si repasamos la trayectoria profesional de una actriz de la talla de Aitana Sánchez-Gijón (Roma, 1968) nos damos cuenta de que ha hecho –casi– de todo. Ese “casi” reúne una serie de retos a los que todo intérprete aún no se ha enfrentado y a los que quizá nunca se enfrente durante su carrera. Sin embargo, con El corazón del imperio, Aitana Sánchez-Gijón ha superado –y con creces– un “escollo” como interpretar en latín.
En esta serie creada y dirigida por Israel del Santo (Conquistadores Adventum, El Palmar de Troya, Lola), la actriz nacida en Italia se mete en la piel de Julia Mesa, la primera senadora romana y abuela de los emperadores Heliogábalo y Alejandro Severo. “Ya conocía a Israel (del Santo) y sabía cómo trabajaba. Me dio la confianza para participar de ese híbrido que no acaba de ser ficción del todo, pero que tampoco es un documental en sí mismo. Una vez que acepté entrar en esa manera de narrar la historia, lo afronté como una ficción cualquiera”, asegura.
Con estas palabras se refiere a la nueva serie de Movistar+, cuya trama narra las historias silenciadas de algunas de las mujeres más destacadas de la antigua Roma. “Lo que más ha costado ha sido persuadir a todo el mundo de que se puede contar la historia desde ese otro lado. Desde el lado de las mujeres. De poner ahora el foco en esa parte de la historia que no se había narrado” confiesa Santiago Posteguillo, quien ha participado activamente en la escritura de guiones y además ejerce como hilo conductor de la parte no ficcionada de El corazón del imperio”.
“Me sentí una patricia romana”
Para darle un valor añadido a lo que querían contar, el escritor de novelas históricas pensó que las actrices de la serie debían interpretar sus papeles en la lengua de la antigua Roma. Cuando Santiago Posteguillo le planteó la idea, Aitana Sánchez-Gijón no lo tenía del todo claro. “Me enfadé un poco con Santiago (Posteguillo). Me pareció una putada, hablando mal y pronto”, asegura la actriz.
En esta línea, Aitana confiesa que “no veía la necesidad” de interpretar a Julia Mesa en latín. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que estaba equivocada. “Fue un reto grande, pero una vez pasado ese escollo me sentí realmente una patricia romana”. A pesar de haber superado esta barrera, la actriz que encarna a Julia Mesa confiesa que no le resultó nada fácil porque “no lograba que me entrara en la sesera”. A pesar de tener una gran facilidad para estudiar, asegura que la sintaxis del latín es “endiablada”.
Santiago Posteguillo aquí le echa un capote, y le quita hierro a la aparente dificultad que le supuso este reto a la actriz. “Hay dos tipos de personas: la gente que cuando tú les pides algo te dicen sí, sí, sin problema, que nunca lo hacen. Y luego está la gente que te dice esto es muy difícil, esto me va a llevar mucho trabajo… Y es la que te lo hace. Es la gente como Aitana. Yo tenía claro que lo iba a hacer de maravilla”, asegura el novelista.
¿Quién fue Julia Mesa?
A través de El corazón del imperio, la actriz ha descubierto “la manera en que las mujeres podían ser poderosas y utilizar ese poder”. El personaje al que interpreta, Julia Mesa, fue una de las mujeres mejor relacionadas de la antigua Roma. De hecho, su capacidad para hacer y deshacer a su antojo la convirtió en emperadora en la sombra. “Ella (Julia Mesa) dejó correr que su nieto, al que quería erigir como emperador, era realmente hijo de Caracala, que acababa de ser asesinado”, explica Aitana.
Sin embargo, tiempo después, Julia Mesa “decide eliminar a su nieto después de que se salga de madre y se convierta en un verso libre”. La actriz también asegura que su personaje es “una mujer poderosa, inteligente, estratega y política”, y además “es la que realmente tiene el poder”. No obstante, no es la primera vez que interpreta a un personaje histórico de tal calibre.
Aitana confiesa que siente “una cierta responsabilidad añadida” cuando le toca interpretar estos papeles. A pesar de ello, le sirve para reencontrarse con su propio pasado. “Yo tengo esta cosa de filóloga frustrada porque no terminé la carrera. Lo tomo como grandes oportunidades que me da esta profesión. Me resulta un aliciente muy grande poder investigar sobre la realidad de estos personajes que han existido. La estudiante que yo era, que a mi me gustaba mucho estudiar, se reaviva cuando tiene estas oportunidades”, concluye la actriz.
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