Según los expertos, la citología tradicional tiene una baja sensibilidad para la prevención y detección del cáncer de cérvix. Sobre todo, si se compara con pruebas moleculares más innovadoras, igualmente presentes en el mercado, como las pruebas de ADN o pruebas de ARNm del virus VPH de alto riesgo.
Además, los test moleculares son más reproducibles y automatizados, en contraste con la evaluación que requiere la citología convencional por un personal experto. Y es que, los test de VPH ofrecen una mayor sensibilidad y las pruebas de ARNm E6/E7 combinan una alta sensibilidad con una mayor especificidad.
La detección de ARNm E6/E7 mejora la especificidad
El doctor Luis Serrano, especialista en ginecología de HM Gabinete Velázquez, afirma que “la determinación de ARNm E6/E7 mejora la especificidad al identificar en qué pacientes hay una integración viral y, por ende, ayuda a valorar la posibilidad de progresión”. También destaca que esta prueba aporta un valor predictivo, tanto positivo como negativo, excelente.
Por su parte, el doctor Sveinung, patólogo y jefe del Departamento de Patología Clínica del Hospital Universitario North Norway (Noruega), destaca que “las pruebas de ARNm, no solo permiten detectar la actividad oncogénica, sino también pueden ofrecer información adicional sobre el genotipado con el fin de evaluar en más detalle la persistencia de determinados genotipos”.
Esta información es importante para ver la posible evolución de la enfermedad y puede influenciar en el seguimiento clínico. Aunque existen 14 genotipos de VPH de alto riesgo, el 90% de los cánceres cervicales son causados por aquellos 7 genotipos que también están incluidos en la vacuna nonavalente y cuya tipificación es clave.
Programa de cribado
Según el doctor Sveinung, “como la mayoría de las lesiones pre-cancerígenas son asintomáticas, implementar un programa de cribado adecuado es importante para la prevención. El cribado tiene que ser ejecutado de forma regular, incluyendo test de alta calidad, que también permita interpretar y gestionar los resultados de forma ágil, aumentando los beneficios y reduciendo los daños”.
Desafíos del sobretratamiento vinculado a VPH
“Los desafíos del test ADN-VPH están vinculados al manejo adecuado de los resultados positivos, de frecuencia elevada, sobre todo en mujeres jóvenes. Gran parte de esas mujeres no tienen enfermedad preocupante a nivel clínico, por lo tanto, un resultado de ADN-VPH positivo podría ser interpretado como falso positivo para la enfermedad, sin necesidad de tratamiento. Si derivásemos a todas esas mujeres a colposcopias y biopsias, veríamos un número muy superior sin detectar anormalidades”, añade Sveinung.
Por último, el doctor Serrano hace hincapié en que “las posibles intervenciones no necesarias, no solo aumentan la carga asistencial, sino también pueden suponer complicaciones obstétricas futuras, hemorragia, perforación vaginal, etc.”.
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