Radio Televisión Castilla y León (RTVCyL) se sitúa, de nuevo, en el ojo del huracán político castellanoyleonés después de que Vox haya puesto el dedo en la llaga de sus subvenciones. El partido de Santiago Abascal publicó un tuit, días atrás, contraponiendo los más de 25 millones de euros en subvenciones dirigidos a la cadena autonómica privada frente a los 50.000 euros destinados a indemnizar a ganaderos por ataques de lobos, cada vez más frecuentes.
La polémica, al hilo de la generada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón sobre las exportaciones de carne española, sirvió para que Vox señalase uno de sus ejes de campaña para las próximas elecciones en Castilla y León: la existencia de Radio Television Castilla y León (RTVCyL), que ejerce como televisión autonómica bajo la dirección de Jorge Losada, con apoyo financiero de la Junta, siendo privada.
La situación de la televisión castellanoyleonesa deriva de los tiempos del anterior presidente, Juan Vicente Herrera, que tomó la decisión salomónica de terminar con la pelea que enfrentaba a los dos principales empresarios de medios de la región: el histórico ‘Michel’ Méndez-Pozo y José Luis Ulibarri.
La jugada de Herrera consistió en unir a ambos empresarios en una misma televisión, otorgando la única licencia de TDT autonómica a una sociedad participada por ambos. De esa forma, no había discusiones a cara de perro -como las hubo en ciertos momentos- por las licencias y la Junta podía contar con una cadena apoyada a través de subvenciones pero bajo la gestión de terceros.
Esto ha convertido a RTVCyL en algo de lo más llamativo en el panorama audiovisual español. Pero también ha dado lugar a discusiones, ya que la cadena es considerada como el brazo mediático del vallisoletano Colegio de la Asunción, sede de la Presidencia de la Junta, y en el pasado generó tiranteces del PP con Cs así como críticas del PSOE y otras formaciones.
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