‘Salseo’ periodístico a cuenta de la salida de Fernando Garea de ‘El Periódico de España’. Una medida que se conoció en la tarde del martes y que hizo echar humo los móviles de buena parte de la profesión periodística española. Y es que el despido cogió a contrapelo a Garea, pero también a toda la redacción de ‘EPE’, que no se esperaba una medida como la que tuvo lugar tres meses después del lanzamiento de la cabecera.
Garea ‘El Breve’, como ya señaló algún medio tras conocerse su cese, se encontró con la decisión por sorpresa, aparentemente. La medida tomada por Javier Moll todavía no está clara, pero se atribuye a causas que van desde choques con el editor a arrinconamiento de algunos periodistas fichados a precio de oro, aunque la frase diplomática incida en un incumplimiento de los objetivos.
Otras fuentes, más prosaicas, inciden también en la relevancia del proyecto, a pesar de lo afirmado por Garea sobre la capacidad de influencia y el número de usuarios únicos en la edición digital. Y es que donde el exdirector veía “vanguardismo”, otros, según fuentes de Moll, observaban “frikismo” en los intereses periodísticos del cesado. Precisamente, ni la elección de los temas de apertura ni la confección y maqueta del diario acababan de convencer en algunos despachos de Moll.
Dos años, dos ceses
Tras difundirse la noticia, lo primero que se estableció fue la comparación con su despido como presidente de Efe en febrero de 2020. Entonces el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, le comunicó su cese en una reunión que tuvo lugar en un Rodilla un sábado por la mañana. La elección del lugar, y las condiciones que rodearon el encuentro, fueron consideradas como “chuscas” por numerosos profesionales.
La decisión, que el entorno más cercano a Garea quiso atribuir a la “independencia” del periodista, nunca quedó suficientemente aclarada. En todo caso, y de acuerdo con fuentes de la agencia estatal, sirvió para rebajar la tensión con algunos socios en verticales de la agencia -en los que Garea quería imponer sus criterios- y poner fin a la obsesión del presidente por sus antecesores en el cargo.
No deja de ser llamativo también el hecho de que uno de los primeros portales que adelantasen la noticia fuese ‘El Confidencial’, donde Garea no parece haber dejado un buen recuerdo pese a haber sido beneficiario de una “repesca” por parte de Totoyo y Nacho Cardero.
En ese sentido, fuentes de ‘El Confidencial’ señalan que Garea volvió a ser contratado tras su despido de Efe, algo casi extraordinario ya que dicho medio practica una política ‘de facto’ de no readmitir a quienes dejan de forma voluntaria la empresa.
El problema, indican, es que Garea lo agradeció marchándose unos meses después para poner en marcha ‘EPE’ y, de paso, tocando a periodistas de la redacción para el nuevo proyecto.
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