La radioterapia permite el tratamiento conservador de órganos como es el cáncer de mama o algunos tumores del área de cabeza y cuello, entre otros y es un tratamiento coste efectivo. Finalmente es muy eficaz en la paliación y mejora de la calidad de vida en pacientes sintomáticos.
A lo largo del año 2021 la campaña “Invisibles” diseñada desde la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), ha permitido dar visibilidad a una especialidad desconocida y esencial en el tratamiento y curación del cáncer.
España envejece a pasos agigantados y la población española será la más anciana de la UE en el 2050 con un porcentaje del 35,6% de mayores de 65 años (la media en la UE será de 29,9% casi el doble del 16,4% existente en 2005).
De acuerdo a la jefa de la Unidad de Oncología Radioterápica del Hospital Ruber Internacional, doctora Aurora Rodríguez, la incidencia de cáncer aumenta con la edad. El porcentaje de pacientes mayores con cáncer aumentará de forma significativa en los próximos años. “Para el año 2025, el uso de la radioterapia se incrementará en nuestro país en un 25%, de ahí la importancia de conocer y utilizar este tratamiento imprescindible en la curación del cáncer”, afirma la doctora Rodríguez.
Un estudio de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) sobre la demanda de radioterapia en España, constató que, aproximadamente la mitad de los pacientes diagnosticados cada año de cáncer en nuestro país, debe recibir radioterapia.
Tal y como indica la doctora Aurora Rodríguez, si, además, tenemos en cuenta que hoy en día los tratamientos radioterápicos y sistémicos son más eficaces y producen mayor supervivencia, cada vez es más frecuente el retratamiento o uso de la radioterapia en más de una ocasión. “Este hecho junto con la posibilidad de reirradiar zonas previamente irradiadas, gracias a las nuevas y avanzadas técnicas en nuestra especialidad, hace que el porcentaje de pacientes oncológicos con indicación de radioterapia ascienda al 65%”, asegura la oncóloga.
Según esta experta, en la actualidad estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la atención del paciente oncológico y distinguimos al paciente oligometastásico, que es aquel que tiene pocas metástasis, y en el que vamos a utilizar tratamientos locales radicales y no solamente con finalidad paliativa que era el objetivo de la radioterapia en los pacientes diseminados.
La pandemia de COVID-19 ha supuesto una serie de cambios en los servicios de oncología radioterápica, algunos de los cuales han llegado para quedarse. “En un primer momento y durante la primera ola en la que se suspendieron intervenciones quirúrgicas, la radioterapia siguió administrándose y se convirtió en alternativa a la cirugía para un gran número de tumores. También se generalizó, con el apoyo de la evidencia científica, el uso del hipofraccionamiento (menos sesiones de radioterapia con mayor dosis por sesión y una dosis total equivalente), especialmente en los tumores de mama y de próstata que son los que con mayor frecuencia se tratan en nuestra unidad”, asevera Aurora Rodríguez.
Para esta experta del Hospital Ruber Internacional, el objetivo de la radioterapia ha sido, es y será administrar una dosis muy alta sobre el tumor con la menor dosis posible sobre los órganos de alrededor, para conseguir el control tumoral con la menor toxicidad posible. “Y vamos alcanzando este equilibrio gracias a las modernas técnicas en Oncología Radioterápica y así no solo curamos más, sino que curamos mejor”, resalta.
La Oncología Radioterápica es una de las especialidades que más se ha beneficiado de los avances tecnológicos, y la doctora Aurora Rodríguez indica las áreas: “la primera, la adquisición de la imagen, con la incorporación del PET-TC, la Resonancia o el TC4D a la planificación de nuestro tratamiento, que nos permite una mejor delimitación del volumen de irradiación”.
Como segundo avance, la planificación que modula la dosis a repartir en el tumor y en los órganos de alrededor y por último la administración de la radiación con técnicas de radioterapia guiada por la imagen y con control del movimiento antes y durante la irradiación. “Todo ello aporta exactitud, precisión, seguridad y permite tratamientos en un tiempo más corto”, subraya.
“Las técnicas de alta precisión como la radiocirugía cerebral o la radioterapia estereotáxica extracraneal (SBRT) permiten utilizar dosis ablativas en una o pocas sesiones, reduciendo el tiempo total de tratamiento”, destaca.
Y, por último, resalta la doctora Aurora Rodríguez, el control local y efecto sistémico de la radioterapia en combinación con terapias sistémicas, como la inmunoterapia, abren una nueva puerta a la curación del cáncer”.
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