Los resultados tras las últimas elecciones en Castilla y León han dejado un partido socialista tocado. Una vez más, la formación que dirige Pedro Sánchez afronta una derrota en las urnas que deja un escenario incierto de cara a las próximas elecciones generales que deberían celebrarse en 2023.
La realidad es que las urnas han dado la espalda al proyecto de Luis Tudanca que, con 28 procuradores, ha perdido siete respecto a mayo de 2019. Tras conocerse el resultado, el PSOE ha intentado encajar el golpe con Adriana Lastra a la cabeza. Ella fue la encargada de analizar el batacazo.
Es la segunda vez que los de Ferraz tienen que encajar la derrota, después de que el pasado mes de mayo Ángel Gabilondo tampoco alcanzase los objetivos marcados en Madrid, dejando vía libre a Isabel Díaz Ayuso.
La mano de Iván Redondo
La realidad es que la última victoria en las urnas para el PSOE llegó de la mano de Iván Redondo y Salvador Illa. Este 14 de febrero se ha celebrado el primer aniversario. El que fuera ministro de Sanidad durante la época más cruda de la pandemia se puso en manos del que fuera jefe de Gabinete de Pedro Sánchez. Juntos lograron en poco más de tres semanas que el candidato del PSC se convirtiera en el más votado en las urnas –con 33 escaños-. Sin embargo no logró los apoyos suficientes para formar Gobierno.
El pasado verano la relación entre Redondo y Pedro Sánchez llegó a su fin. Terminó una estrategia sostenida por el Gabinete de comunicación de Moncloa que se saldó con seis victorias en las urnas. Hoy, tras la derrota en Castilla y León, en los pasillos de Ferraz sigue resonando el nombre de Iván Redondo.
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