Desde que comenzó la pandemia se ha visto un claro aumento en los problemas de salud mental en la población incrementando a su vez el número de suicidios e intentos autolíticos. En concreto, la profesión de los sanitarios ha sido una de las más afectadas registrando las mayores tasas de suicidio. Esto es una realidad totalmente oculta y de la que nadie hablaba hasta que se ha puesto sobre la mesa. Existen factores individuales y laborales que son muy importantes de cara a prevenirlo.
A la hora de abordar este estudio, los investigadores del Hospital Universitario Santa María de Lleida se propusieron comparar la tasa de mortalidad por suicidio de los médicos respecto a la de la población en general y valorar así, las diferencias por sexos. Para ello, analizaron los datos sobre las muertes de médicos que extrajeron de los registros del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom). En el caso de las muertes de la población general se sirvieron del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Resultados del estudio
La media de médicos fallecidos, según se ha observado en el estudio, fue de 918 al año, lo que arroja una tasa bruta de 4,8 por 1.000 médicos registrados. En los diez años analizados el número de médicos pasó de 199.123 a 238.240. Datos entre los que destaca la tasa de suicidios entre estos profesionales, que representa un promedio de 1,3%, una cifra “significativamente mayor que la población general”, con un promedio de 0,8%, es decir, el suicidio supone medio punto más entre los médicos.
El informe, publicado en la revista Science Direct, también ha sacado a la luz otro dato llamativo, “La comparación de suicidio entre médicos y médicas es significativamente mayor en mujeres”, afirman. Y es que si las comparamos con las mujeres de la población general, la tasa de suicido en médicas es un 7,5% superior.
Los autores, por tanto, concluyen que el riesgo de suicido en la población tiene un estrecho vínculo con la actividad profesional desarrollada. En el caso concreto de la medicina, según los datos analizados, el riesgo de suicidio es mayor con respecto a la población general.
Es necesario concienciar a todas las personas en torno a las enfermedades mentales, puesto que la detección y la atención temprana contribuyen de forma muy significativa a la prevención de grandes complicaciones como puede ser, en este caso, el suicidio,
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