El último informe hecho público por el Gabinete Técnico de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de la UGT ha retratado la fotografía de la brecha salarial que sufren las mujeres dentro del sector de los medios de comunicación, en el que incluyen a la televisión, radio, prensa y agencias de noticias. Un área en el que se encuentran ocupadas 90.480 personas trabajadoras, de las que un 58% son hombres, frente a un 42 % de trabajadoras, según los datos del segundo trimestre de 2021 de la Encuesta de Población Activa.
Uno de los datos más significativos que vierte este informe es el de la brecha salarial. Según los datos que ha vertido el INE, que corresponden a 2019, los hombres cobran el 15,9% más que las mujeres en este sector. Una cifra que se reduce en comparación con el conjunto de sectores de la actividad (19,5%) pero que no dejan de ser preocupantes.
Las mujeres de este sector tienen un salario medio anual de 30.898,57 euros, mientras que los hombres cobran 36.746,41 euros. Esto supone que las mujeres ganan el 84,1% de lo que ingresan los hombres y que se traduce en casi 6.000 euros (5.848) anuales más para los hombres del sector.
Puestos de dirección
Además de la brecha salarial, otro de los retos pendientes en el mercado laboral es equiparar los puestos en la alta dirección entre hombres o mujeres. En nuestro país, la proporción de mujeres en los órganos de dirección de las empresas del Ibex 35 cifran en un 5,9% las mujeres en las posiciones de CEO, el 16,6% de los puestos ejecutivos y un 32,6% de los puestos de consejería. Así lo recogen los últimos datos publicados por el Instituto de la Mujer.
En lo que se refiere a los consejos de administración, la participación de las mujeres también mejora. El 5,9% de los puestos de presidencia están ocupados por mujeres, mientras que un 32,6%tienen un puesto de consejería.
Si hablamos del sector de los medios de comunicación y los departamentos de dirección, su presencia es “meramente simbólica”. Según UGT, se encuentra muy alejada de la distribución real (prácticamente paritaria) y del alto nivel de cualificación de las mujeres en las plantillas de los diarios y las empresas de radiotelevisión, por lo que resulta necesaria la imposición de cuotas que permitan compensar esta situación de desigualdad.
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