La sesión de trabajo ha contado también con la presencia de representantes de asociaciones de pacientes y ha permitido poner en común y revisar las medidas existentes en la gestión de la obesidad. Durante todo el encuentro el principal objetivo de los asistentes ha sido identificar nuevas soluciones que permitan abordar las nuevas necesidades emergentes de las personas que sufren esta enfermedad.
La presidenta de SEEDO, Dra. María del Mar Malagón, ha sido la encargada de trasladar este mensaje a los políticos españoles que han acudido al encuentro, advirtiéndoles de que, “para reducir la prevalencia, apoyar a quienes viven con obesidad y contribuir a una economía más sostenible, es necesario identificar nuevas formas de gestionar la obesidad desde una perspectiva política, clínica y social”.
Además, la presidenta de SEEDO ha recordado a todos los allí presentes que “a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, con la diabetes, la obesidad sigue sin ser oficial y socialmente reconocida como una enfermedad crónica”. De hecho, un aspecto que se ha remarcado durante el encuentro ha sido que la obesidad no se trata solo de kilogramos, sino que se trata de un aumento de tejido adiposo que ha enfermado y que acabará disminuyendo la calidad y los años de vida de las personas que viven con este problema. De ahí, como indica la doctora, “la importancia de trabajar para que el Parlamento Europeo y, por extensión, los responsables políticos de nuestro país reconozcan la obesidad como enfermedad, ya que esto también facilitará su abordaje en la sanidad pública”.
Hacia un nuevo plan
En concreto, la reunión ha servido para evaluar los instrumentos políticos y las vías clínicas existentes en materia de obesidad, para establecer encuentros con responsables políticos, y para discutir la eficacia del entorno político actual y las intervenciones en vigor en España dedicadas a prevenir y gestionar la obesidad. Además de identificarse elementos clave que permitirán abordar la obesidad de forma sostenible a nivel nacional, transfronterizo y de la UE.
Y es que, este encuentro, ha servido en general para para avanzar en el diseño de una propuesta de Plan Europeo para la Obesidad, que podría servir igualmente para asentar los pilares de un Plan Nacional. “Este tipo de reuniones son totalmente necesarias si queremos conseguir que la obesidad sea reconocida como una enfermedad y se pongan en marcha mecanismos para plantear la creación de un Plan Nacional frente a la Obesidad“, indica el Dr. Lecube.
Además, el vicepresidente ha mencionado la importancia y la necesidad de “destinar recursos para concienciar a la población, formar mejor a los profesionales de la salud, desarrollar nuevos modelos de prevención, diagnóstico y tratamiento, así como apoyar la investigación”.
Unos datos que empeoran
Las estadísticas más recientes muestran que el 59,3% de los adultos en Europa viven con pre-obesidad u obesidad, lo que cuesta un 7% del PIB cada año, según la OCDE. Pero, en España, la situación no es mejor, las cifras son también preocupantes: 44% y 31% de sobrepeso en hombres y mujeres, respectivamente. Datos que reflejan que la obesidad alcanza al 25% de hombres y al 23% de las mujeres, suponiendo para el país un 9,7% del gasto total en salud.
Desde la SEEDO se espera el interés de la Comisión Europea por garantizar “el acceso de todos a los servicios sanitarios, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, proporcionados por un sistema sanitario sostenible” afirma la Dra. María del Mar. Si esto es así, abra una oportunidad real para optimizar el abordaje de la obesidad.
Los datos puestos sobre la mesa en el encuentro ponen de relieve la necesidad de que la comunidad política a nivel nacional y de la UE, así como las sociedades científicas que guardan alguna relación con la obesidad, se unan para construir las estrategias nacionales y las vías clínicas que sitúen a la obesidad como una enfermedad. En este sentido, SEEDO pretende implicar en próximas acciones a más sociedades científicas vinculadas con el abordaje de la obesidad para que ayuden a conseguir una perspectiva mucho más real del problema.
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