TVE está entre la espada y la pared y el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, no es capaz de dar con la tecla para sacar a la televisión pública de ese ‘impasse’. Al final y al cabo, Pérez Tornero no hace más que recoger un testigo, el de la herencia recibida de manos de las Rosa María Mateo, Enric Hernández y otros gurús del abrevadero de La Moncloa. Y ni los Barroso y Contreras, que quieren ponerle un velatorio a Pérez Tornero, parecen capaces de arreglar un desaguisado en el que también han tenido su contribución.
Las audiencias de febrero han dictado sentencia: La 1 de TVE, buque insignia de la Corporación, hace aguas. La cadena cerró el mes con un 8,4% de media, su peor dato histórico en febrero, y lo hizo justo cuando una semana antes laSexta le había comido la tostada como referencia informativa. Lo que sucedió entonces, tal y como analizan quienes no se engañan en La 1, es una muestra de que la posición de la cadena pública como tercera en el podio de favoritas se viene abajo.
Tanto en Prado del Rey como a la sombra del Pirulí aumentan quienes dan por hecho que, más pronto que tarde, La 1 será desbancada de la tercera plaza en favor de la segunda cadena de Atresmedia, lo que supondría la puntilla al modelo del Ente.
La crisis no es fruto de la gestión de Pérez Tornero, ya que se encontró con el Titanic medio hundido. Pero el presidente no ha sido capaz de dar con la tecla necesaria para mantener a flote el navío. De hecho, se le reprocha haber llevado a cabo una acción errática que sus partidarios justifican como resultado de los múltiples compromisos.
Al respecto, también se señala a la labor de zapa de algunos importantes ‘susurradores’ en el ámbito del Gobierno, como Miguel Barroso, e incluso de contar con el enemigo en casa, apuntando a José Miguel Contreras, cuya La Coproductora se ha beneficiado de contratos a través de la producción del programa matinal de Jesús Cintora y de su sustituto. Tampoco se olvida ‘El Condensador de Fluzo’, que ciertas fuentes califican como un “Intermedio de la Historia”, con su correspondiente cuota de activistas de izquierdas.
Pero no son los únicos, porque tampoco se libran nombres vinculados al equipo directivo. “O vienen a calentar despacho y a justificar el sueldo mientras dure o a hacerse la auto-promoción”, señalan fuentes de la Corporación.
La única certeza es que La 1, que en otro tiempo hacía bandera de la información y el servicio público, está a punto de morder el polvo frente a una cadena privada mucho más barata y humilde en su presupuesto, plantilla y medios. Lo que comenzó con el ‘sorpasso’ de los Informativos por parte de Antena 3 Noticias y siguió con el desbancamiento de las Campanadas a manos de un privada (Antena 3) en la historia de la televisión en España, amenaza ahora con ser una aniquilación global a manos de la hermana pequeña de Atresmedia TV. Una humillación en toda regla.
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