En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, el Dr. Manuel Vilches, cirujano digestivo y director médico de Johnson & Johnson Medical Devices, afirma que existe un gran desconocimiento sobre el gran impacto que tiene esta enfermedad en la sociedad. Así lo revelan los datos en nuestro país que reflejan que, el 39% de la población tiene sobrepeso y el 22% sufre obesidad.
La obesidad debe entenderse como una enfermedad crónica compleja, que precisa de un enfoque multidisciplinar en el que el médico internista debe jugar un papel relevante. Para esto, la atención a las personas con obesidad es una parte esencial para conseguir una visión integral de su enfermedad.
A día de hoy, la solución que se considera más recomendable para combatir la obesidad, bajo indicación y prescripción médica, es la cirugía bariátrica. “Este tipo de intervención está recomendada para los pacientes con un índice de masa corporal superior a 40, así como para aquellas personas que padecen obesidad con un IMC de 35 y presentan comorbilidades asociadas”, manifiesta el doctor, que indica que “el 85% de los pacientes con un IMC superior a 35 abandona los cambios de dieta y el ejercicio al no observar resultados a corto plazo”.
En cuanto al número de operaciones quirúrgicas de este tipo que se realizan en España, cabe destacar que, aunque se llevan a cabo alrededor de 10.000 intervenciones bariátricas anuales, se trata de una cifra muy reducida en relación a la población diana, es decir aquella con un IMC>40. Y sucede lo mismo si comparamos los datos con los obtenidos de otros países europeos.
Largas listas de espera
Ante esta situación lo más destacable es el retraso que presentan este tipo de intervenciones en nuestro país. El Dr. Vilches preocupado en este sentido expresa que “la cirugía bariátrica no se considera prioritaria en España y estas circunstancias se agravaron durante la COVID – 19, ya que se cancelaron hasta el 60% de los procedimientos bariátricos previstos”. Además, advierte que este tipo de cirugía no se debe aplazar, ni demorar porque “su aplazamiento conlleva importantes implicaciones en la calidad de vida y la supervivencia del paciente”.
Según los datos de varios estudios un 68% de los pacientes tiene que esperar un mínimo de 6 meses para acceder a la cirugía bariátrica y en algunos casos, esta espera se prolonga hasta más de 4 años. Durante este proceso, es importante tener en cuenta, que la mitad de los pacientes desarrollan comorbilidades.
Entre las enfermedades que se originan en las personas como consecuencia de padecer obesidad se encuentra la diabetes tipo II, depresión, e incluso aumenta el riesgo de la aparición de algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, colon o riñón. Además, posponer la cirugía bariátrica durante la pandemia COVID-19 ha tenido un fuerte impacto físico y psicológico en los pacientes con obesidad por asociar la situación a un aumento del riesgo.
El Dr. Vilches pone de manifiesto que, aunque la cirugía bariátrica pudiera parecer que supone un coste para el sistema sanitario, en realidad es una inversión que implica un ahorro a largo plazo. “Las personas con sobrepeso que no se someten a esta intervención consumen más recursos sanitarios, se someten a más intervenciones quirúrgicas y duplican el gasto en prescripciones que las personas con un IMC<25 kg/m2”. Con la cirugía bariátrica esto no sucede porque “consigue disminuir o incluso eliminar, en algunos casos, las comorbilidades asociadas a la obesidad, además de mejorar las expectativas y la calidad de vida de los pacientes”, concluía el doctor.
Guía para una valoración integral y un tratamiento individualizado de la obesidad
En este contexto, Médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han lanzado desde el Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de SEMI un documento en formato infografía, “Obesidad: Valoración integral y tratamiento personalizado en 3 pasos”, en el que se resumen todos los aspectos que, desde el punto de vista de la especialidad de Medicina Interna, son claves para su diagnóstico, estratificación, evaluación y tratamiento.
En la elaboración de dicho documento han participado los médicos internistas Pablo Pérez Martínez y Maribel Pérez Soto, miembros de SEMI; y Felipe Isidro, miembro del Grupo de Ejercicio Físico de la Sociedad Española de Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Todos los participantes en la elaboración del informe han coincidido y han reiterado que, “la obesidad representa un problema prioritario y creciente de salud pública cuyo abordaje trasciende del ámbito sanitario y requiere la implicación de las autoridades y la sociedad civil”. Además han añadido que este tipo de patología, “debe entenderse como una enfermedad metabólica y sistémica“.
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