Según el balance las principales causas estimadas de este repunte son la vuelta de la atención sanitaria de manera presencial a los centros sanitarios, así como la vigilancia del cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias por la Covid-19.
De las 225 denuncias recibidas que constan en el informe, un 48% fueron por agresiones físicas. En concreto, el colectivo de médicos fue el que más denuncias interpuso con un 58% del total, seguido por el de enfermeros que suman un 27% y el de técnicos sanitarios que supone un 15%. Málaga y Madrid fueron las provincias con mayor número de denuncias por agresión, concretamente 23 en cada una de ellas.
Perfil del agresor
Además de las denuncias recibidas, los agentes de seguridad ciudadana aseguran haber realizado un total de 9.000 intervenciones tanto en hospitales como en atenciones sanitarias a domicilio. Los martes fueron los días de la semana con mayor incidencia concentrándose las agresiones en la franja horaria comprendida entre las 10 y las 12 horas. Además, el perfil más frecuente del agresor es el de varón de entre 36 y 55 años y de nacionalidad española. Y el perfil de víctima encaja con el de una mujer de edad similar y misma nacionalidad.
“La labor de concienciación que llevan a cabo está impulsando la interposición de denuncias como única fórmula para visibilizar y poder evaluar realmente la dimensión del problema” y es que, la policía asegura que la figura de los interlocutores policiales sanitarios se ha consolidado como elemento fundamental en la contención de las agresiones mencionadas.
Por otro lado, la actividad formativa en prevención de agresiones que llevan a cabo los interlocutores, se ha adaptado a las circunstancias y se ha extendido a los profesionales de la seguridad que protegen a los sanitarios, llegando a más de 2.000 profesionales de la salud y de la seguridad en este ámbito. Son ya más de 12.000 los profesionales formados desde la implantación del protocolo.
Medidas para frenar las agresiones en el ámbito sanitario
Poniendo la visión en el futuro, la Policía Nacional adoptará una serie de nuevas medidas en materia preventiva de agresiones en el ámbito sanitario. Entre ellas, hay que destacar la puesta en funcionamiento de actividades formativas en el ámbito universitario, con la adquisición temprana de herramientas destinadas a la prevención de agresiones para futuros profesionales de la salud; campañas de sensibilización con la elaboración de guías, vídeos explicativos y cartelería con recomendaciones, así como herramientas para prevenir estas situaciones; y por último, presencia en centros sanitarios de los interlocutores policiales con el proyecto IPNS 2.0.
Otras medidas que han mencionado en la presentación del balance y que también deben tenerse en cuenta, han sido la intensificación de la colaboración con colegios profesionales en materia de formación; implantación de la cuenta de correo electrónico [email protected] para asesoramiento a profesionales de la salud durante las 24 horas del día de cualquier día de la semana; potenciación de los contactos con los departamentos de seguridad del sector sanitario; y propuesta de adaptación de un protocolo de las denuncias in situ.
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