Los pacientes con diabetes tipo 1, dependen de una ayuda externa para poder vivir, ya que, por error, su organismo destruye a las células encargadas de la producción de insulina en el páncreas, las células beta, aumentando asú su nivel de glucosa en sangre. Por ello, las personas que padecen esta enfermedad necesitan inyectarse insulina varias veces al día para poder mantener bajo control sus niveles de glucosa en sangre.
Así, uno de los objetivos que más anhelan tanto los pacientes, como aquellos que investigan la diabetes, es conseguir recuperar una función adecuada del páncreas que evite la necesidad de recurrir a la insulina externa. Una meta que está un poco más cerca, a juzgar por los resultados de recientes investigaciones.
Un estudio publicado en Nature Biotechnology y en el que ha participado el investigador español Diego Balboa, científico del Centro de Regulación Genómica de Barcelona (CRG) ha conseguido avances importantes en esta línea.
Una investigación exitosa
La investigación ha consistido en crear los islotes pancreáticos in vitro para comprobar su funcionalidad en ratones con modelos diseñados para poder recibir un trasplante de tejidos humanos.
El equipo, liderado por Timo Otonkoski, de la Universidad de Helsinki, ha conseguido convertir células madre pluripotentes humanas en células beta pancreáticas y optimizar su funcionalidad. Gracias a su protocolo, basado en un cóctel de factores de crecimiento y moléculas de señalización, estas células artificiales se estructuran y funcionan de forma semejante a los islotes pancreáticos que permiten producir la insulina a las personas sanas.
Tras comprobar que las pruebas en ratones resultaron exitosas, Balboa señalaba que, “hemos demostrado que estas células responden a los cambios en los niveles de glucosa con una secreción de insulina que es semejante a la de los islotes de un páncreas adulto sano”.
Mejoras en el estudio
No es la primera vez que se consigue crear células beta pancreáticas a partir de células madre, pero el trabajo de Otonkoski y Balboa supone un avance a tener en cuenta ya que “ha conseguido optimizar los protocolos existentes de derivación celular”, apunta Rosa Gasa, que investiga terapias celulares en diabetes en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona y es totalmente ajena a este nuevo estudio.
La especialista añade que el trabajo publicado por Nature Biotechnology aporta “una caracterización muy detallada de las células a nivel funcional, génico o metabólico”, lo que servirá de guía y hoja de ruta a otros investigadores para seguir avanzando en esta misma línea.
“En los últimos 15 años se han producido grandes avances en este campo”, señala Gasa. Por ejemplo, en Estados Unidos, se están llevando a cabo ensayos clínicos que avanzan en este ámbito y hace unos meses The New York Times informó de un posible caso de éxito en una persona tratada en un ensayo de la compañía Vertex Pharmaceuticals.
Trasplantes de donantes
Según los expertos Gasa y Balboa, actualmente el trasplante de islotes pancreáticos procedentes de donante es una opción muy minoritaria, ya que exige disponer de varios donantes compatibles para una sola intervención.
El nuevo protocolo elimina este problema, como subraya Balboa, abre la puerta a disponer de una fuente ilimitada de células que, como si fueran piezas de repuesto, se puedan utilizar de manera universal. “Además se podrían mejorar de forma que estas células fueran capaces de evadir el sistema inmune que es la causa principal que lleva a estas personas a padecer diabetes tipo 1”.
Como remarca Balboa no solo es importante las posibles implicaciones clínicas del método, sino que además, un aspecto fundamental de la investigación es que proporciona un modelo muy preciso para estudiar la diabetes y los procesos que causan la enfermedad.
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