Mamen Mendizábal (Madrid, 1976) vuelve esta noche (22:30h) a laSexta. Lo hace con Encuentros inesperados, un formato producido por Producciones del Barrio donde cuatro invitados se sentarán alrededor de una mesa para charlar sobre cuestiones de actualidad. Un espacio para la conversación y para escuchar opiniones diferentes. De hecho, una de las bazas del programa son los contrastes que existen entre los famosos que debatirán bajo la atenta mirada de la periodista madrileña.
A pesar de su prolongada trayectoria en laSexta, la presentadora se muestra muy ilusionada ante este proyecto. Entre los invitados que pasarán por Encuentros inesperados destacan Esperanza Aguirre, Manuela Carmena, Samantha Hudson, Oriol Junqueras, Mario Vaquerizo o Mala Rodríguez. Diez meses después de cerrar su etapa en Más vale tarde, Mamen Mendizábal busca su lugar en una franja, la del prime time, para la que cuenta con la experiencia previa de Palo y astilla.
¿Tenías ganas de volver a presentar un programa en prime time después de ‘Palo y astilla’?
Pues sí, la verdad es que tenía ganas de volver. Cuando llevas ya tiempo trabajando en un formato, te has puesto a grabar y tienes los programas editados, lo que estás deseando es que la gente los vea. Y que vean la luz. Ósea que sí, tenía ganas de volver a laSexta, de volver al prime time y de estrenar Encuentros inesperados.
¿Cómo surgió la idea para hacer ‘Encuentros inesperados’? ¿Fue una propuesta de laSexta o era un formato que tenías en mente tú personalmente?
Évole y yo llevábamos trabajando meses antes de que mi despedida de Más vale tarde se hiciera oficial. Teníamos la intención de que fuera un formato de entretenimiento, pero también que mezclara lo que más me gusta a mí, que es el debate y la palabra. Fuimos creando Encuentros inesperados de la nada y haciéndolo crecer según íbamos avanzando. En las primeras grabaciones también nos dimos cuenta de lo que funcionaba y lo que no funcionaba, y mejorándolo. El proceso ha sido muy bonito, muy constructivo, de mogollón de aprendizaje, de mucho contacto con un montón de profesionales… Una suerte, la verdad.
Has hablado de que las personas que se reúnen, aunque no se conozcan previamente, tocan temas muy íntimos y personales… ¿Cómo se consigue eso?
Se consigue haciendo que confíen en ti, y me dirás ¿cómo? Pues no lo sé. Hay una mezcla que tiene que ver, probablemente, con mi trayectoria del pasado. Creo que eso les puede hacer confiar y creo que ellos mismos van descubriendo a lo largo de la grabación que se pueden fiar, que se van a relajar. Cuando tú ves que otro invitado se moja, aporta, se abre, tú necesariamente también te mojas y aportas.
Te das cuenta de que no hay peligro en hablar desde otro tono y desde otro lugar. Creo que es poco a poco, sin prisas, porque este programa lo grabamos a fuego lento. Precisamente, el privilegio de tener tiempo de grabación, tiempo de producción y tiempo para gestionarlo, hace que nada sea agresivo, sino que todo vaya fluyendo. Nada es obligado, aquí no hay obligación de abrirse en canal ni de contar nada muy íntimo. Nos reunimos en torno a un tema y juntamos a personajes que nadie esperaría verles hablando de estas cosas.
Algunos de los temas que vais a tratar a lo largo de estas diez entregas son el feminismo, el papel del hombre en la sociedad actual, las mascotas o los diferentes modelos de familia. Imagino que a ti como periodista te interesan particularmente estas cuestiones.
Sí, además creo que son los grandes cambios que estamos viviendo en la sociedad. Son conversaciones que muchas veces tenemos con nuestros amigos o en las sobremesas. Si de los cambios no hablamos, lo que hacen es generar miedo o rechazo. Si tú creías que tu modelo de familia era el único y el normal, y descubres ahora mismo que ni es único y por mucho que sea lo más habitual, no es lo normal, pues puedes vivirlo como una agresión o lo puedes vivir como una suerte.
Conocer al otro desde la diversidad te hace aprender y quererle. Lo que provoca rechazo es el desconocimiento porque lo vives como “joe, me están arrollado, vienen estos cambios, me arrollan, yo no me entero y me estoy perdiendo”. Creo que el propósito de estos encuentros es que a través del encuentro entre personas inesperadas, que tienen vidas diferentes y son de generaciones diferentes, consigamos entendernos y encontrarnos desde la diferencia y desde los cambios que se están produciendo. Y con risas, eh.
Aprovechando que presentásteis ‘Encuentros inesperados’ en pleno 8M, te pregunto por la entrega dedicada al feminismo. ¿Qué temas transversales a esta cuestión se van a tratar en este programa?
Hablaremos de todo. Partiremos de la base del capital erótico y de cómo hay un feminismo que lo reivindica como una forma de presentarse en la sociedad y de defender una posición. Hablaremos también de cómo las mujeres hemos sido y seguimos siendo señaladas, e incluso nos señalamos a nosotras mismas en función de la imagen y de nuestra sexualidad.
Hablaremos de todos los cambios que se están produciendo y de cómo, en ocasiones, las mujeres sumamos esfuerzos y conseguimos la sororidad, que me parece una palabra horrorosa. Conseguimos sumar fuerzas para alcanzar nuestros objetivos. Cómo las mujeres más poderosas del planeta demuestran que otro feminismo es posible. Y que no hay que tener solamente un modelo de feminismo, ni un modelo de entender la vida… Es muy interesante en este programa la presencia de Esperanza Aguirre. Tiene 71 años y buscábamos la experiencia de una mujer liberal, de derechas, mayor… El contraste con la Mala Rodríguez es dinamita.
Otro encuentro que me sorprende mucho es el de Samantha Hudson y Manuela Carmena…
Ese encuentro es precioso también. Ese programa precisamente habla de los nuevos modelos de familia y de la sexualidad… Creo que el contraste generacional entre Manuela Carmena y Samantha Hudson es brutal. Lo que sale en ese programa yo no lo he escuchado en la televisión generalista. La libertad con la que se habla de la familia, de las relaciones, del amor… Creo que sorprende mucho Manuela Carmena, y sorprende mucho Samantha Hudson.
Estos contrastes también posibilitan que ‘Encuentros inesperados’ sea un programa para ver en familia…
Claro. Buscábamos que fuera muy transversal. Si quieres ver los cambios de la sociedad no es lo mismo lo que opina tu abuela, tu madre o tu hermana. Seguramente en las sobremesas tu hermana le cuente a tu abuela cómo va la vida. Nosotros pretendemos que sea un programa que pueda ver toda la familia y que se pueda comentar. Que sirva para construir y para normalizar.
Cuando hablamos de sentar en una mesa a cuatro personas se me viene a la cabeza una reunión entre políticos. ¿Crees que un encuentro como éste, donde se trataran temas no ideológicos, serviría para descubrir lo que les une?
¿Te puedo comprar la idea para la segunda temporada? (ríe). No, pero creo que sí. Jugaría esa baza de los cuatro políticos en un programa si verdaderamente están dispuestos a no hacer campaña. Si vienen aquí a lanzarnos el mismo mensaje, que sale de su jefa de prensa, que tiene que ver con las directrices del partido, y a no escuchar al otro y a contar su rollo… No me interesa. Ahora, si vienen aquí a hablar desde otro lugar, me parece una ideaza. Pero los políticos en activo rara vez se salen de la hoja de ruta.
Estoy de acuerdo, pero hay algunos que cuando tienen una cámara delante están en su salsa.
Sí, de hecho creo que cuando los políticos hablan desde otro lugar y no desde el que nos tienen acostumbrados, sorprenden. Creo que Yolanda Díaz, por ejemplo, consigue llegar a la audiencia, potencial o no para su partido, porque se expresa de otra manera. Hablábamos antes de Esperanza Aguirre también. Ella ha triunfado en la tele porque su descaro hacía que hablara desde lugares diferentes a los del partido. Creo que eso se agradece mucho, aunque no te gusta esa persona o no te guste el tono. Los periodistas lo agradecemos porque de la otra manera parecen clones.
Viendo cómo está el mundo, ¿echas de menos estar al pie de la actualidad?
Bueno, la verdad es que con lo de Ucrania sí he tenido ese hormigueo… Pero, creo que también está muy bien ser espectadora de la actualidad. Te sirve para ver las cosas desde otras perspectivas. Como los caminos son de ida y vuelta no creo que me haya despedido para siempre de nada, sino que he hecho un alto en el camino. A saber hacia dónde van las cosas. No he dado un cerrojazo a nada, he hecho una parada en boxes.
¿Cómo estás viendo a Iñaki y a Cristina al frente de ‘Más vale tarde’?
Como unos campeones. Más vale tarde es un formato muy exigente. Son muchas horas de directo. Presentar en pareja además es muy difícil, presentar sola es más fácil también. Lo están haciendo fenomenal y están manteniendo unos datos muy buenos. Todo mi cariño para ellos, que además son amigos personales.
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