Las Jornadas sobre Vigilancia en Salud Pública, han reunido a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y a los consejeros de Sanidad de las CCAA y ciudades autónomas en Zaragoza para determinar una “fase de transición” en la vigilancia del Covid-19 hasta la implementación completa del sistema de vigilancia centinela de infecciones respiratorias agudas leves (IRAs) en Atención Primaria y graves (IRAG) en atención hospitalaria. Este proyecto deberá implementarse en toda España “antes del fin del primer trimestre de 2023”, han asegurado. Para ello se constituirá un grupo de trabajo con la participación del Ministerio de Sanidad y las CCAA.
Jornadas del Sistema Nacional de Salud
En primer lugar, y en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Sanidad y CCAA determinarán el tamaño muestral necesario para la futura vigilancia epidemiológica de la población centinela de las IRAs. Y en segundo lugar, tras obtener datos, el grupo de trabajo elaborará una propuesta complementaria basada en el uso del Sistema Español de Resultados de Laboratorio para Pruebas Diagnósticas de SARS-CoV-2 (SERLAB) en dicha población, que «servirá de impulso» para las comunidades que estén en proceso de incorporación al Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA).
En cuanto a su puesta en marcha, la ministra ha reconocido que las CCAA y Sanidad tienen “claro el cómo” pero no el “cuándo”. Por ello, han solicitado una propuesta que sea elevada a la próxima Comisión de Salud Pública don el objetivo de “decidir a partir de qué elementos se podría empezar ya a poner en marcha este sistema para hacer un seguimiento de los casos vulnerables y graves”.
“Creíamos fundamental la necesidad de acelerar el proceso de implementación de los sistemas de vigilancia centinela. Estos sistemas van a ser absolutamente fundamentales para conseguir de una manera práctica la vigilancia del Covid-19, la gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS)… Es una vigilancia más sostenible en el tiempo y más eficiente para los profesionales. Puede aportar una información de gran valor de la evolución de las infecciones y cuáles son los patrones de la enfermedad grave”, ha defendido la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. Y ha añadido que se va a crear un sistema de información para monitorizar las aguas residuales como “forma complementaria para la vigilancia del Covid-19″.
Tal y como han explicado los asistentes a las Jornadas la vigilancia centinela es un método para recopilar datos epidemiológicos de manera sistemática y rutinaria en un número limitado de puntos, a través de la notificación de determinados facultativos en la Atención Primaria, quienes se eligen para que la muestra sea representativa de la población general.
Nuevo modelo de vigilancia
Mientras este nuevo sistema se pone en marcha, han acordado un sistema de vigilancia de carácter transitorio pero “capaz de detectar aumentos de la incidencia en la población general, la detección precoz de nuevas variantes y la medición de la efectividad vacunal”. Esto añadido a una “vigilancia individualizada” de los casos de Covid-19 graves que se den en ámbitos vulnerables. Se trata de “un paso decisivo. La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto ámbitos de mejora estructurales de la vigilancia de salud pública”, han apuntado.
El punto principal del desarrollo de este nuevo modelo de vigilancia es la constitución de la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública, integrada por las redes de vigilancia nacionales y de las comunidades y ciudades autónomas. Esta red contar con “criterios coordinados de organización, gestión y calidad de la información, así como capacidad de adaptación suficiente para afrontar los retos emergentes y satisfacer las necesidades en constante evolución”.
Además, incluirá la vigilancia de enfermedades transmisibles, enfermedades no transmisibles, violencia y lesiones e inequidades en salud. Y por otro lado, integrará la información procedente de sistemas como el de farmacovigilancia, salud animal, seguridad alimentaria, sanidad ambiental y otros. “Es un compromiso muy ambicioso” ha declarado Darias.
Objetivos del nuevo sistema
Durante el encuentro se ha aclarado que el compromiso alcanzado es utilizar los resultados de esta vigilancia para “la toma de decisiones en planificación y gestión sanitaria, así como en el diseño de intervenciones de salud, estableciendo mecanismos de coordinación entre los órganos titulares de salud pública y los sistemas asistenciales de cada comunidad y ciudad autónoma a implementar durante el año 2023”.
Para ello, han destacado la necesidad de “impulsar la modernización de los sistemas de información vinculados a la vigilancia en salud pública. Además de una infraestructura digital que facilite la disponibilidad y la oportunidad de los datos”. Finalmente, han fijado la importancia de fomentar la innovación e investigación en la vigilancia de salud pública siendo el principal objetivo “facilitar la generación y transferencia de conocimientos que aporten valor añadido en diferentes áreas”.
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