En la Tierra a jueves, diciembre 19, 2024

COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS PARA MEJORAR LA FERTILIDAD DE LA MUJER

Las mujeres cada vez retrasan más la edad de ser madre dificultando la posibilidad de un embarazo natural

LA PROLONGACIÓN DE LOS ESTUDIOS O LAS DIFICULTADES PARA ACCEDER A UN PUESTO DE TRABAJO RETRASAN LA EDAD DE SER MADRE

El retraso en la edad de ser madre propicia que, ante la imposibilidad de lograrlo de forma natural, cada vez más mujeres recurran a tratamientos de reproducción asistida para conseguir un embarazo, pero en este tipo de tratamientos la edad también influye

A partir de los 35 años en las mujeres se produce una pérdida de ovocitos y disminuye la calidad embrionaria, lo que se traduce en una menor tasa de implantación y, por tanto, de embarazos. Seguro que más de una vez has oído hablar de ello pero, ¿sabías que esto también se relaciona con el éxito de los tratamientos de reproducción asistida? Entre las claves a tener en cuenta en tratamientos como el de la fecundación in vitro (FIV) se encuentran la edad de la mujer, la calidad de los ovocitos y el número y calidad de los embriones transferidos.

El periodo fértil de la mujer se sitúa entre los 16 y los 30/35 años de forma aproximada y dependiendo de diferentes factora. Como bien sostiene la doctora Patricia Sanmartin, scientific advisor de Procare Health, laboratorio especializado en salud de la mujer, “a partir de esa edad la fertilidad femenina empieza a disminuir de forma progresiva debido a que la reserva ovárica se va agotando, sobre todo a partir de los 37-38 años”.

Factores que influyen en la edad de ser madre

En la actualidad, nuestro estilo de vida, así como diversos factores, como pueden ser la prolongación de la etapa estudiantil o las dificultades para conseguir un puesto de trabajo estable, “están retrasando la edad de ser madre, lo que puede dificultar las posibilidades de conseguir un embarazo de forma natural. Además, pueden influir otros aspectos como la vida sedentaria, la obesidad o el consumo de determinados tóxicos”, añade la doctora.

En este contexto y a consecuencia del envejecimiento, “la calidad de los óvulos descenderá, lo que impactará en la calidad de los embriones y hará que estos no sean capaces de implantarse en el útero. Esto se traduce en una menor tasa de embarazo, además de contribuir a un mayor riesgo de aborto y de anomalías cromosómicas”, advierte Sanmartín.

En este sentido y ante estas dificultades existen y se han desarrollado tratamientos que contribuyen a normalizar la fertilidad de la mujer, a elevada edad, aumentando así las probabilidades de éxito en los procesos de reproducción asistida como pueden ser los complementos alimenticios.

Una suma para los tratamientos de reproducción asistida

El laboratorio especializado en salud de la mujer, Procare Health ha desarrollado un complemento alimenticio que contiene componentes con fórmulas específicas que contribuyen a mejorar la calidad de los ovocitos y la implantación de los embriones. Asimismo, previenen el estrés oxidativo y ayuda en el desarrollo de ovocitos y de células embrionarias.

Este tipo de productos permiten sumar eficacia a los tratamientos de reproducción asistida mejorando así la calidad ovocitaria durante el proceso de estimulación ovárica y favoreciendo la implantación embrionaria en mujeres sometidas a técnicas como la inseminación artificial y FIV. De esta manera, la suplementación oral ha demostrado mejorar los resultados de fecundación in vitro e inhibir el crecimiento de los patógenos que se relacionan con la disminución de la tasa de implantación y embarazos.

Además, tal y como indica Carine Emsellem, directora científica de Procare Health esta nueva solución contribuye a reducir el riesgo de aborto y ayuda a mejorar el bienestar emocional y el estado de ánimo. “Esto es algo muy importante en este tipo de procesos, ya que suelen generar estrés y ansiedad ante la incertidumbre que genera el poder lograr o no un embarazo”, apunta la experta.

Por otra parte, este tipo de tratamientos también pueden ser de utilidad en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) pues contribuye a reducir la tensión arterial, los triglicéridos y la insulina sérica. “El SOP es la endocrinopatía más frecuente de las mujeres en edad reproductiva, con una incidencia del 6 al 21%. Las mujeres que lo padecen tienen alteraciones en el ciclo menstrual y muchas veces no liberan sus óvulos, lo que trae como consecuencia que tengan afectada la fertilidad”, explica la doctora Sanmartín.

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