Según ha explicado la experta en Infarma, “con esta revisión, consideramos que una ingesta aproximada de una cerveza al día para las mujeres (alrededor de un tercio de litro) y una o dos para los hombres (aproximadamente 2 tercios de litro) podría definirse como un consumo moderado de cerveza. Una ingesta que reduce el riesgo cardiovascular y la mortalidad general, y disminuye el riesgo de diabetes en los hombres, aumenta la densidad de la masa ósea, disminuye el riesgo de fractura en la gente de edad avanzada y tampoco parece estar asociada con la obesidad general o abdominal”.
En esta línea, es importante resaltar el hecho de que los posibles efectos beneficiosos de la cerveza se observan únicamente cuando el consumo es moderado y responsable, en adultos sanos y en el marco de una alimentación saludable y equilibrada.
Este documento surge como respuesta a una necesidad de consenso, puesto que hacía tiempo que se hablaba de las evidencias científicas, sobre los efectos para la salud del consumo moderado de cerveza en adultos. Pero, la heterogeneidad de las medidas empleadas en los estudios, dificultaba el establecimiento de la cantidad que se podía considerar recomendable.
Así, una vez llevado a cabo, el objetivo principal de este estudio ha sido acercar esta información a profesionales de farmacia para que puedan compartir estos datos actualizados sobre el consumo de cerveza en su consulta y siempre, mediante aclaración de la cantidad semanal recomendada. El consumo siempre debe distribuirse a lo largo de varios días y no incluir episodios de consumo excesivo o “atracones.
Principales beneficios
En el artículo se demuestra a través de los datos disponibles que el consumo moderado de cerveza se asocia con un menor riesgo cardiovascular. Además, para otros efectos sobre la salud, como los de la obesidad general o abdominal, un estudio reciente sugiere que el consumo moderado de cerveza tradicional o sin alcohol no aumenta el peso corporal en individuos obesos.
Además, el consumo moderado de cerveza también se ha asociado con una disminución del riesgo de diabetes en hombres y con un aumento de la densidad de la masa ósea, lo que se traduce en una reducción del riesgo de fractura en las personas de edad avanzada.
Ahora bien, los posibles beneficios para la salud, asociados al consumo moderado de cerveza, pueden estar condicionados por características socioeconómicas y/o de dieta y estilo de vida en general. La Dieta Mediterránea, históricamente asociada con una alta esperanza de vida y bajas tasas de enfermedades cardiovasculares, es un buen ejemplo de ello, ya que se caracteriza por el alto consumo de alimentos frescos, bajo consumo de grasas animales y de bajo a moderado consumo de vino o cerveza, generalmente durante las comidas.
De hecho, la pirámide alimentaria de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria refleja la Dieta Mediterránea e incluye el consumo opcional, ocasional y moderado de bebidas fermentadas (vino, cerveza y sidra), siempre vinculado a su consumo moderado durante las comidas.
Asimismo, los beneficios no implican que si se va a conducir y en el caso de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, se debe evitar el consumo de cualquier dosis de alcohol.
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