Esta nueva investigación es la mayor base que ha habido hasta ahora de datos sobre las concentraciones de dióxido de nitrógeno, un contaminante urbano común y precursor de partículas y ozono, en las ciudades, según ha informado la directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, Maria Neira, quien ha alertado de que esta contaminación del aire está aumentando los casos de enfermedades respiratorias de todo el mundo.
“Después de sobrevivir a una pandemia, es inaceptable tener todavía 7 millones de muertes prevenibles e incontables años de buena salud perdidos prevenibles debido a la contaminación del aire. Eso es lo que decimos cuando observamos la montaña de datos, pruebas y soluciones disponibles sobre la contaminación del aire. Sin embargo, todavía se están invirtiendo demasiadas inversiones en un medio ambiente contaminado en lugar de en un aire limpio y saludable”, ha afirmado Neira.
Además, el estudio ha medido el material particulado con diámetros iguales o menores a 10 micrómetro o 2,5 micrómetro, es decir, aquellos que son capaces de penetrar en los pulmones y en la sangre de las personas y provocar en ello problemas cardiovasculares y respiratorios. Ambos grupos de contaminantes tienen su origen principalmente en actividades humanas como la quema de combustibles fósiles.
Preocupaciones energéticas
Según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, “Las preocupaciones energéticas actuales resaltan la importancia de acelerar la transición hacia sistemas energéticos más limpios y saludables. Los altos precios de los combustibles fósiles, la seguridad energética y la urgencia de abordar los desafíos de salud procedentes de la contaminación del aire y el cambio climático, subrayan la necesidad apremiante de avanzar más rápido hacia un mundo que sea mucho menos dependiente de los combustibles fósiles”.
Y es que, como bien ha afirmado el técnico del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, Sophie Gumy, a día de hoy solo el 1& de las ciudades de todo el mundo cumple con los niveles de calidad del aire recomendados por la OMS. Así, ante esta situación, el organismo ha pedido a los gobiernos, adoptar, revisar e implementar, si fuera necesario, estándares nacionales de calidad del aire de acuerdo con las últimas directrices aportados por la OMS: monitorear la calidad del aire e identificar las fuentes de contaminación del aire; así como apoyar la transición hacia el uso exclusivo de energía doméstica limpia para cocinar, calentar e iluminar.
Sistema de transporte público seguro
Así, para poner solución a este problema, la OMS ha reclamado también a las ciudades la construcción de sistemas de transporte público seguros y asequibles, así como redes amigables para peatones y ciclistas. Pero, además, la Organización ha resaltado la necesidad de acompañar estas medidas con un mantenimiento obligatorio para vehículos, unas normas estrictas sobre emisiones y eficiencia de los vehículos, invertir en viviendas energéticamente eficientes y generación de energía, y mejorar la gestión de residuos industriales y municipales.
Y, a juicio de la OMS, las ciudades también deben invertir en implementar una reducción de la incineración de residuos agrícolas, los incendios forestales y ciertas actividades agroforestales, añadido a planes de estudio de la contaminación del aire en los que participen los profesionales de la salud para brindar herramientas que mejoren la salud de los ciudadanos.
Seguiremos informando…