Hablamos de falso positivo, cuando una mamografía se marca como anormal, pero no hay cáncer de mama. Según la investigación publicada en la revista `JAMA Network Open´ se ha demostrado que usar mamografía 3D solo disminuye modestamente la probabilidad de obtener un falso positivo si la comparamos con la mamografía estándar, es decir 2D.
Los factores que si que se han relacionado con un menor riesgo de la aparición de falsos positivos han sido el cribado cada dos años, el hecho de tener mamas no densas y tener una mayor edad, ya que las mujeres con edad más avanzada tienen menos probabilidades de obtener un falso positivo.
Según ha explicado Michael Bissell, epidemiólogo del Departamento de Ciencias de la Salud Pública de la UC Davis y coprimer autor del estudio. “La tecnología de cribado no tuvo el mayor impacto en la reducción de falsos positivos” a lo que añade que, “los resultados de nuestro estudio ponen de relieve la importancia de las conversaciones entre pacientes y proveedores en torno a la salud personalizada. Es importante tener en cuenta las preferencias y los factores de riesgo del paciente a la hora de decidir el intervalo y la modalidad de cribado”.
Detección precoz
A pesar de la posibilidad de obtener un falso positivo, la detección precoz mediante mamografías de cribado es una estrategia clave a la hora de reducir el riesgo de cáncer de mama avanzado y por tanto de muerte por esta enfermedad.
Un falso positivo es al fin y al cabo, una evaluación positiva de la mamografía puesto que da lugar a la realización de más trabajos de diagnóstico que permitan descubrir lo que no va bien, pero no a un diagnóstico de cáncer de mama. Así, cuando se detectan anomalías en una mamografía, se llama a la paciente para que se someta a más pruebas de imagen y de seguimiento. Si al final de la evaluación diagnóstica y durante un año después de su retirada se encuentra libre de cáncer, se considera que la paciente ha recibido un resultado falso positivo.
“A pesar del importante beneficio de la mamografía de cribado en la reducción de la mortalidad por cáncer de mama, puede dar lugar a procedimientos adicionales de imagen y biopsia, costes financieros y de oportunidad, y ansiedad de las pacientes”, ha apuntado Diana Miglioretti, profesora y jefa de división de bioestadística en el Departamento de Ciencias de la Salud Pública de la UC Davis, investigadora del Centro Integral del Cáncer de la UC Davis y autora principal del estudio.
Siguiendo la misma línea, Thao-Quyen Ho, radiólogo del Centro Médico Universitario de Ho Chi Minh (Vietnam), investigador de la Facultad de Medicina de la UC Davis y coprimer autor del estudio, ha añadido que “Para detectar el cáncer de mama de forma precoz, debemos ser cuidadosos e investigar cualquier hallazgo potencialmente anormal. Por ello, las mujeres no deben preocuparse si se las llama para que se les hagan más imágenes o una biopsia. La gran mayoría de estos resultados son benignos”.
Resultados del estudio
Los investigadores han calculado que, durante 10 años de cribado anual con tomosíntesis, el 50% de las mujeres experimentarán al menos un falso positivo en la revisión, el 17% una recomendación de seguimiento a corto plazo falsa y el 11% una recomendación de biopsia falsa. Esto se compara con el 56% de las mujeres sometidas a cribado con mamografías digitales 2D que tienen un falso positivo y en las cuales las cifras aumentan, el 18% una recomendación de seguimiento a corto plazo y el 12% una recomendación de biopsia.
Además, este estudio también ha calculado los riesgos a 10 años de los cribados anuales frente a los bienales. Y los resultados fueron, que el cribado cada dos años mostraba una probabilidad considerablemente menor de al menos un resultado falso positivo que las mamografías anuales a lo largo de diez años de cribado. Este resultado se observó tanto en las mamografías 3D como en las 2D. Así se demostró que la probabilidad de recibir al menos un falso positivo es sólo ligeramente inferior con la mamografía 3D que con la 2D.
“Nos sorprendió que la nueva tecnología 3D en el cribado del cáncer de mama no redujera sustancialmente el riesgo de tener un resultado falso positivo después de diez años de cribado; sin embargo, las probabilidades de falsos positivos son mucho menores con el cribado bienal repetido frente al anual”, concluía el investigador y coprimer autor del estudio.
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