Ante esta realidad, el neurólogo del Hospital La Luz, doctor Mariano Ruiz Ortiz, ha explicado que aunque conocemos el mecanismo -la acumulación de una proteína anómala en estas neuronas que las lleva a su desaparición progresiva- a día de hoy no sabemos exactamente qué lo desencadena. “No obstante, gracias a la estadística, sí podemos encontrar una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer la enfermedad”, ha aseverado el doctor.
Factores de riesgo
Según el experto, algunos de estos factores de riesgo no son modificables, como los genéticos (alrededor del 5% de los casos de Parkinson se deben a formas familiares) o la edad avanzada. Sin embargo, hay otros más prometedores sobre los que podemos actuar a nivel individual. “Uno de ellos -como en tantas otras enfermedades- es el ejercicio físico, que podría disminuir el riesgo de padecer la enfermedad hasta en un 30%“, ha destacado Ruiz Ortiz.
De acuerdo al neurólogo del Hospital La Luz, en casos en los que ya se ha desarrollado la enfermedad, disminuye significativamente la progresión de discapacidad. “El café, quizá por su alto contenido en antioxidantes, también parece tener un papel protector de la enfermedad de Parkinson. En cambio, el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión o la exposición a algunos químicos se asocian a un mayor riesgo de la enfermedad”, ha asegurado el especialista.
En este sentido, el doctor Ruiz Ortiz puntualiza que es interesante cómo cada vez se están implicando más los impactos repetidos en la cabeza con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. “A nivel de cultura popular tenemos el caso del boxeador Muhammad Ali, que tras retirarse del ring tuvo que luchar contra el Parkinson durante muchos años. Ya se han empezado a tomar medidas al respecto: en Reino Unido no se permite a los futbolistas menores de 18 años cabecear en los entrenamientos, por ejemplo”.
Tratamiento
Independientemente de la exposición o no a estos factores de riesgo, a día de hoy puede decirse que padecer la enfermedad es una cuestión estadística. Lejos de entregarse al pesimismo por la “mala suerte”, hay que apreciar que la enfermedad de Parkinson es más benigna que otras enfermedades degenerativas, contando con un amplio arsenal terapéutico para mantener a raya los síntomas.
“En el servicio de Neurología del Hospital la Luz, mediante un abordaje integral y atendiendo tanto a síntomas motores (temblor, lentitud de movimientos o problemas para caminar), como no motores (depresión, estreñimiento, insomnio, etc.), buscamos dar la máxima calidad de vida durante muchos años al paciente con enfermedad de Parkinson”, ha concluido el doctor Mariano Ruiz Ortiz.
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