Estas conclusiones han sido obtenidas de los resultados del estudio Evolución de la atención primaria en España 2010-2020, elaborado por el Proyecto Venturi a partir de los datos de los sistemas de información de Atención Primaria y de la Lista de Espera del Ministerio de Sanidad.
Este informe pone en sobre la mesa las dificultades que ha atravesado la atención primaria durante la pandemia y es que, solo las consultas relacionadas con el Covid-19 han generado hasta ahora un total de 122 millones de consultas en la “puerta de entrada” del sistema sanitario.
El colapso de la Atención Primaria
En los dos años de crisis sanitaria, los profesionales de enfermería dejaron de realizar 37,7 millones de consultas ante el colapso, mientras que los médicos de familia y los pediatras no han podido atender un total de 65,25 millones de consultas.
Esto ha sucedido porque la pandemia ha generado un cambio de tendencia en la demanda, que venía disminuyendo progresivamente en años anteriores. En 2011, los médicos de atención primaria atendieron un total de 390 millones de consultas, y en 2019, el total descendió a 366,76 millones.
Escasez de profesionales de la salud
Uno de los principales puntos débiles de los centros de salud que han impedido hacer frente al Covid ha sido la falta de profesionales sanitarios. Actualmente, y como bien han asegurado los sociedades científicas, ya se ha advertido de la escasez de médicos de familia, pediatras y de enfermeras en el primer nivel asistencial. Esta reclamación no es nueva, pero el colapso provocado por la pandemia ha vuelto a poner este problema en el foco.
Según los datos extraídos del documento, se estima que para atender este incremento de la demanda, el sistema tendría que haber contratado a 21.500 profesionales, lo que hubiera supuesto un coste de 1.100 millones de euros al sistema sanitario español. Un calculo que parte de una estimación anual de 60.000 euros por médico y 40.000 euros por enfermera.
Ahora bien, en el periodo transcurrido entre 2020 y 2021 se ha conseguido un doble objetivo. Por un lado, se ha podido mantener estable el número de tres consultas por hora por profesional. Y por otro, se ha estabilizado a la profesión enfermera en el 40% de las plantillas de atención primaria.
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