Los tres casos de hepatitis aguda severa, procedentes en España de Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha, ya venían precedidos de una alerta sanitaria internacional que decretó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que sigue teniendo su principal foco en Reino Unido. El país británico ha detectado hasta el momento unos 60 casos aproximadamente, la mayoría entre niños de 2 y 5 años.
En España, hasta el momento, solo uno de los casos investigados ha requerido un trasplante hepático. Unos efectos que, por el momento, continúan siendo más alarmantes en Reino Unido, donde los pacientes están evolucionando hacia una insuficiencia hepática aguda y precisando, por tanto el traslado a unidades hepáticas infantiles especializadas. Además, una parte de los niños ingleses afectados por esta patología han tenido que ser también sometidos a un trasplante de hígado.
Síntomas detectados
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) ha detallado, ante el aumento de casos de esta enfermedad en niños, que el cuadro clínico en los casos ya identificados es el de una hepatitis aguda grave con transaminasas marcadamente elevadas. Esta hepatitis a menudo se presenta con ictericia, coloración amarillenta de la piel debido al aumento de la concentración de la bilirrubina en la sangre, a veces precedida por síntomas gastrointestinales que incluyen vómitos en niños de hasta 16 años de edad. Por tanto, la hepatitis aguda severa da lugar a tres síntomas muy claros: dolor abdominal, vómitos o ictericia.
Ahora bien, la ECDC continúa sin conocer las causas de la hepatitis en estos casos, puesto que los virus comunes que pueden causar hepatitis (virus de la hepatitis A, B, C, D y E) no se han detectado en ninguno de los niños afectados y también, se han descartado las causas habituales, como antecedentes de viajes, o farmacológicas.
Por el momento, una de las hipótesis que se barajan es que estas hepatitis se deban a una infección por algún tipo de adenovirus, un patógeno que causa habitualmente enfermedades infecciosas leves, como resfriados, pero que en alguna ocasión se ha asociado con complicaciones como la hepatitis. Estos virus se transmiten por vía respiratoria y también a través del contacto con superficies contaminadas. Y es que, la relativa vuelta a la normalidad social tras las restricciones de la pandemia podrían explicar este efecto de la infección, puesto que los niños se estarían enfrentando ahora a virus con los que, en condiciones normales, hubieran estado en contacto desde sus primeros meses de vida.
Fuentes del Ministerio de Sanidad han indicado que, para tener más clara la principal causa de esta patología se continúa con la investigación. “Se ha realizado una comunicación a las Comunidades y Ciudades Autónomas a través de la Ponencia de Alertas y de la Comisión de Salud Pública y a las sociedades científicas de Pediatría y gerencias de hospitales para realizar una observación y búsqueda activa de posibles casos”.
No existe relación con la vacuna del Covid-19
Pese a que, ante la alerta sanitaria, los colectivos negacionistas han aprovechado la aparición de estos casos para ligarlos con la reciente vacunación, la evidencia demuestra que no están conectados. Y es que, según la Agencia británica de Seguridad Sanitaria (UKHSA) «ninguno de los casos confirmados a día de hoy en Reino Unido tiene la vacuna».
Gran parte de los afectados son menores de cinco años, para quienes no se ha autorizado ninguna vacuna anti-Covid. Pero, además, en Reino Unido el porcentaje de niños de entre cinco y 11 años vacunados es escaso debido a que la recomendación de vacunación a individuos sanos en esta franja de edad no se realizó hasta el pasado 16 de febrero, mucho más tarde que países como España, donde se inició la vacunación infantil a mediados de diciembre de 2021.
Por tanto, ninguno de los 74 afectados británicos había recibido previamente la vacuna contra el Covid-19, por lo que la investigación que se está realizando sobre el fenómeno descarta cualquier relación entre ambos factores.
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