Este martes 26 de abril, se conmemora en España el Día del Niño y la Niña, primer día que pudieron salir los pequeños tras el confinamiento de la primera ola de la covid. Dos años de aquel: una hora, una vez al día, un kilómetro, un adulto-, una fecha por tanto para recordar la actitud de los niños durante el confinamiento, enfrentándose de manera responsable a la incertidumbre y a la transformación de sus rutinas (escuela, amigos, actividades deportivas, culturales y de ocio…).
Y, al igual que la pandemia y el confinamiento por la covid-19 nos han afectado a todos de una manera que se ha hecho notar a todos los niveles, los niños y niñas no se han escapado de ello. Según los expertos, durante estos dos años, se ha visto incrementado el número de consultas infantojuveniles, tanto en el servicio de Pediatría como en el de Psicología. Y, como explican, las consultas más frecuentes en este tipo de población están relacionadas con tres cuestiones: la ansiedad por separación, retrasos en el desarrollo y alteraciones de la conducta y de las emociones.
Informe, “Salud mental en la infancia”
Ahora bien, conociendo esta realidad y en el marco de la celebración del Día del Niño y de la Niña se han dado a conocer los resultados del estudio “Salud mental en la infancia” en el que han participado 600 familias de todo el país con niños de entre 3 y 12 años, y que ha puesto de manifiesto el incremento de la ansiedad, el aburrimiento y el pesimismo de los menores que como consecuencia, están más tristes y se enfadan más.
Como se ha mostrado en la presentación del informe que ha tenido lugar esta mañana los estados de ánimo y las emociones de los niños después de la pandemia son mucho más negativas y desagradables habiendo empeorado casi en un 40%. Y como consecuencia de esta realidad los más pequeños están más triste s(aumento del 31%) y más enfadados (un incremento del 57%). Por lo que una de las necesidades emergentes en la actualidad es mejorar el estado de ánimo de esta parte de la población.
Además, según los datos obtenidos por los expertos, las continuas restricciones a las que se han visto sometidos los más pequeños también han ampliado sus miedos: miedo a contagiar a alguien (48%), miedo a contagiarse de cualquier enfermedad (48%), miedo a ser hospitalizado (33%) y mayor consciencia de la muerte (35%). Y entre estas restricciones, algunas como los confinamientos han tenido también sus propias consecuencias como el empeoramiento de los hábitos de sueño de la población infantil, los cuáles han empeorado para más del 20% de los casos.
Cambios en sus habilidades sociales
Debido a la etapa burbuja que los niños han experimentado durante la pandemia del Covid-19 se han acostumbrado a interacciones con un círculo social más cerrado lo que en una edad de pleno desarrollo ha tenido graves consecuencias. El estudio ha confirmado que hasta un 33% ha visto empeorada su capacidad para relacionarse con las personas y hasta un 70% han reducido drásticamente el tiempo que pasan con otros menores, aumentado su comunicación a través de dispositivos tecnológicos (47%). Consecuencias que han tenido una claro resultado, un 40% de los encuestados ha disminuido su capacidad para controlar sus propias emociones.
En esta misma línea, no podemos olvidar también el papel de los padres, quienes debido a los cambios en las rutinas de sus hijos han notado que son en su día a día, por ejemplo, mucho más protectores, hasta en un 44% como bien confirma el informe.
Así, el estudio ha sido realizado para reivindicar el desarrollo de actividades lúdicas, culturales y deportivas como esencia de la infancia y como un buen tratamiento para los problemas de salud mental de los más pequeños. Varias entidades públicas y privadas, no han querido quedarse paradas ante tales datos y han puesto en marcha actividades dirigidas a los más pequeños y colegios de toda España que se han sumado a la campaña ‘Lanza tus pajaritas de papel’, en la que los niños han creado su propia pajarita como símbolo de juego que representa además, la libertad.
Seguiremos informando…