Este martes, Batlle, jefe de laboratorio de Cáncer Colorrectal del IRB, en colaboración con la empresa biotecnológica holandesa Merus N.V., ha publicado en la revisa Nature Cancer los datos preclínicos que han conducido al descubrimiento de MCLA-158, así como su mecanismo de acción sobre las células madre del cáncer.
Según han informado, el anticuerpo MCLA-15, con el nombre comercial de Petosemtamab es capaz de bloquear la expansión del cáncer a otros órganos y frenar, de igual manera, el crecimiento de los tumores primarios. Todo esto ha sido experimentado en un principio con ratones a los que han implantado células tumorales de pacientes con cáncer de colon.
Además, la investigación ha servido para sentar las bases del uso de organoides en el proceso de descubrimiento de fármacos. Es decir, muestras derivadas de pacientes que se pueden cultivar y que reproducen el comportamiento del tumor en el laboratorio.
Hasta ahora, exploraban su utilidad en la medicina personalizada del cáncer, pero para descubrir el MCLA-158 han utilizado por primera vez un biobanco de organoides de pacientes con cáncer. El objetivo de los científicos ha sido discriminar entre cientos de nuevos anticuerpos cuál de ellos era más efectivo y adecuado para la mayoría de los pacientes.
Según los investigadores, incorporar organoides en las fases iniciales de la generación de fármacos (en este caso, anticuerpos terapéuticos) les ha permitido identificar aquellos que son efectivos para la mayoría de pacientes o incluso para tumores portadores de una mutación en particular.
“Empezamos a investigar las células madre del cáncer hace 15 años. El camino para llegar hasta aquí ha sido apasionante, pero también muy complejo, ha requerido gran inversión de recursos y el esfuerzo de muchísimos investigadores. La medicina del futuro empieza aquí“, ha dicho Batlle.
Los anticuerpos en el cáncer
En general, los anticuerpos son proteínas que el cuerpo produce de manera natural para reconocer agentes infecciosos o células alteradas y que puedan ser eliminadas por los linfocitos del sistema inmune (glóbulos blancos de la sangre).
En este caso concreto, el anticuerpo descrito, el Petosemtamab (MCLA-158), es un anticuerpo biespecífico que reconoce dos proteínas distintas en las células madre del cáncer, la EGFR y la LGR5. Por su parte, la actividad del EGFR favorece el crecimiento descontrolado de las células, mientras que LGR5 marca la superficie de las células madre del cáncer, responsables de la expansión de los tumores.
Según Batlle, “este anticuerpo, además, no interfiere con el funcionamiento de las células madre sanas del organismo, que son esenciales para el buen funcionamiento de los tejidos”, a lo que añade que MCLA-158/Petosemtamab es capaz de bloquear las vías de crecimiento y supervivencia en las células que inician el cáncer y lo expanden.
Resultados
Así, los datos preclínicos han podido demostrar que este anticuerpo de descubrimiento reciente genera una potente inhibición del crecimiento de los organoides del cáncer colorrectal, bloquea el inicio de la metástasis y el crecimiento del cáncer en diferentes modelos de tumores, entre ellos de cabeza y cuello, esófago y estómago.
En los próximos meses, la empresa Merus tiene previsto publicar nuevos datos sobre los ensayos clínicos en curso con Petosemtamab. “Tenemos la esperanza de que se confirme la actividad antitumoral publicada en los datos preliminares”, ha asegurado Batlle.
En esta investigación han participado también el Instituto Hubrecht, el Instituto Sanger, las empresas Ocello BV/Crown Bioscience y Xenopat, el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el Instituto Catalán de Oncología (ICO), el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL).
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