Según el Primer Informe Mundial del Bullying realizado por la ONG Internacional Bullying Sin Frontera y basado en un análisis de la situación de los menores españoles desde enero de 2021 a febrero de 2022, siete de cada diez niños sufren todos los días algún de tipo de acoso y ciberacoso en España. Una tendencia que como bien ha reconocido la docente Pilu Hernández “va a ir en aumento si no se toman medidas ya”.
Durante una amena conversación que hemos podido mantener con esta experta y directora de “El Pupitre de Pilu”, un aula online dirigida a la formación de educadores, familias y alumnos, nos ha hablado de la importancia de que todos nos involucremos si queremos parar este fenómeno que continúa afectando a una gran cantidad de niños y adolescentes. En especial la maestra ha comenzando mencionando a las familias como el factor principal del que nacen la mayor parte de los casos de bullying.
“Todo parte de los valores de las familias, porque todo lo que las familias transmiten, el niño lo va adquiriendo y en la escuela sale a la luz con sus profesores y sobre todo con sus compañeros. Por ello, los valores que inculca la familia son verdaderamente importantes”, una afirmación a la que Pilu ha querido añadir que en muchas ocasiones, “los propios padres comienzan el “bullying a otros padres, es decir, les hacen el vacío y eso los niños también lo ven e influye en ellos”.
Estamos ante un fenómeno que viene creciendo en los últimos años. Durante la pandemia a pesar de que los niños no acudían a las aulas de forma presencial, las nuevas formas de relacionarse basadas en el entorno digital han hecho que el bullying penetre en otros escenarios, aumentando así los casos de ciberbullying. “Actualmente las nuevas tecnologías están haciendo que exista un acoso escolar más silencioso, pero eso no quiere decir que los casos sean menos”, afirmaba la especialista en educación.
Ahora bien, de dónde viene esta elevada tendencia al acoso escolar y su gran aumento en los últimos años. Según la directora de “El Pupitre de Pilu” estas tóxicas relaciones de violencia verbal e incluso física en algunas ocasiones tiene muchas y diversas motivaciones. “En muchas ocasiones, y esto es también muy importante, los acosadores suelen ser también acosados o bien en su familia o en algún círculo cercano, entonces lo que hacen en las escuelas es repetir el comportamiento que ellos reciben” ha dicho. Además, actualmente en las familias, “no se hace por educar a los niños” y es muy importante darse cuenta de que “la educación, no se va de vacaciones”.
¿Cómo podemos detectar si nuestra hija/o sufre acoso?
A pesar de los datos son desmotivadores, existen todavía formas de diagnóstico, señales que pueden ayudar a identificar cuando un niño está sufriendo un caso de acoso e incluso cuando un joven se convierte en bully (acosador).
Pilu con sus más de 15 años de experiencia en el mundo docente opina que todavía los casos de acoso se cogen tarde y es que en las familias “hay que estar muy pendientes” si se quiere detectar que algo está yendo mal y es que, en primer lugar, “los niños no dicen en casa lo que está ocurriendo, porque piensan que es culpa suya”. Entonces, ¿Qué tienen que hacer las familias para detectarlo? pues como bien recalca la experta, “estar con ojos avizor. Normalmente siempre existe un cambio en el niño, en su estado de ánimo o en su forma de comportarse”.
A partir de ahí es cuando hay que buscar una solución, el problema es que, como bien explica Pilu, la solución siempre es “en el 99,9% de los casos, cambiar al niños afectado de centro” a lo que añade que por tanto, “algo estamos haciendo mal, pero algo estamos haciendo mal desde los centros escolares y las familias, no solo desde la familia de la víctima porque el el resto en vez de ayudar miran para otro lado”.
El triángulo del Bullying
El bullying no es solo un problema del acosado y el acosador, en este tipo de violencia hay más personas implicadas: la víctima, el acosador y los espectadores. A esto se le ha venido denominando el triángulo del bullying, un término cada vez más usado y que es muy importante conocerlo a la hora de frenar el acoso. “Aquí todos somos partícipes y todos nos tenemos que poner manos a la obra” ha reconocido Pilu.
En el caso de los menores, cuando son espectadores, suelen callar lo que está sucediendo por miedo o porque de una forma u otra están disfrutando de lo que están viendo. “Todo acosador tiene amigos y esos amigos están siendo participes de lo que están viendo”. En esta línea, para poder atajar este problema hay que concienciar a toda la sociedad y, en especial, a los más pequeños, de que no podemos mirar hacia otro lado. Y en esto, también es muy importante el labor de los maestros tenemos que estar atentos a las reacciones de la clase, “no podemos ver o escuchar la simple broma de clase hacia un alumno y ser participes de ello” ha denunciado la experta.
La administración pública en el acoso escolar
Por último, el cuarto factor que impide atajar de una forma más rápida y eficiente los casos de acoso escolar, es la existencia de la burocracia en los centros escolares. “Tenemos demasiada burocracia ante cualquier problema. Lo primero es siempre rellenar papales y lo primero debería ser siempre atajarlo antes de acceder a cualquier tipo de burocracia” ha explicado Pilu añadiendo el siguiente ejemplo: “Cuando se quiere acceder a los orientadores del centro que suelen ser psicólos o psicopedagogos, si no hay una solicitud o no se ha abierto la firma de la solicitud por parte de la familia, o bien por parte del tutor para que el orientador examine a ese niño, no puede hacer nada”.
Además, en esta línea ha añadido que otro de los grandes problemas es que en la mayoría de casos “a los profesores que deciden implicarse se les deja, hablando tarde y mal, con el culo al aire”. Y para concluir la experta en docencia ha querido dejar claro que unido a todos estos problemas, “las administraciones públicas hacen lo de siempre. Cuando falta el problema, busca la solución y es un poco tarde, mal y nunca. Lo que deberían de crear, como he dicho yo siempre es, igual que tienen, igual que tienen asesorías para todo, que creen que su propia asesoría de bullying verdaderamente especializada y sin que haga falta que esté en los centros, es decir, que sea totalmente independiente y que cuando salte un caso de bullying directamente vaya al centro para solucionarlo, porque se va a solucionar muchísimo mejor ya que esas personas no tendrían nada que ver con ese centro”.
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