La patología hemorroidal tiene un gran impacto en la vida diaria del paciente, produciendo molestias continuas, prurito, sangrados frecuentes y en ocasiones intenso dolor, pero el miedo a la cirugía convencional lleva a muchos pacientes a dilatar en el tiempo la consulta con un cirujano para ser tratados correctamente.
Por otra parte, el estreñimiento o las alteraciones del hábito intestinal pueden intensificar los síntomas y confundir a los pacientes entre las diferentes patologías anales (hemorroides, fisuras, fístulas, ..), lo que sumado al rechazo a la cirugía, puede provocar retrasos en el diagnóstico.
“El tratamiento quirúrgico de la patología hemorroidal es un procedimiento que, en general, tanto en la conciencia como en la experiencia de los pacientes es doloroso y tiene un postoperatorio prolongado y problemático”, afirma la Dra. Silvia Conde Someso, Jefa de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Valle del Henares.
“Sin embargo -señala-, en nuestro servicio hemos incorporado un nuevo tratamiento con radiofrecuencia para la patología hemorroidal que elimina prácticamente el dolor postoperatorio, sobre todo en comparación con la hemorroidectomÍa convencional “.
La radiofrecuencia permite el tratamiento de las hemorroides, principalmente grado II/III sin necesidad de resección quirúrgica ni ligadura de las hemorroides, reduciendo así el dolor postoperatorio y las complicaciones postquirúrgicas.
La principal ventaja que este tratamiento con radiofrecuencia ofrece a los pacientes es que, al ser un procedimiento mínimamente invasivo, se realiza con anestesia local y una ligera sedación, por lo que se puede realizar en régimen ambulatorio, permitiendo una reincorporación sociolaboral de manera casi inmediata. Otra de las ventajas principales de esta técnica con respecto a la cirugía convencional es la importante reducción del dolor postoperatorio, siendo poco o prácticamente nulo.