En los últimos dos años, la pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la vacunación para reducir el impacto del virus sobre la población. Sin embargo, una vez alcanzado un índice de inmunidad muy favorable, hay que recordar la importancia de los planes de vacunación ordinarios. En este caso, los niños y adolescentes son la población más vulnerable y por tanto, a la que más afectan estos planes por lo que requieren de la supervisión de los padres para asegurar su correcta adhesión.
Por esta razón, los profesionales de pediatría del Departamento de Salud de Manises han advertido de la importancia de seguir los itinerarios implantados por las autoridades sanitarias en función de la edad y de la etapa de crecimiento en la que se encuentre el pequeño.
“Está demostrado cómo las vacunas previenen hasta 3 millones de muertes cada año en todo el mundo y gracias a ellas ha sido posible erradicar varias enfermedades en España, como por ejemplo la poliomielitis” ha comentado al respecto el Dr. Alejandro Serrano, del Servicio de Pediatría del Hospital de Manises
Por otro lado, es cierto que en España existen a día de hoy pocos casos de enfermedades prevenibles gracias a las vacunas, pero esto no quiere decir que debamos prescindir de ellas. “No debemos de olvidar la necesidad de reforzar la parte tan importante que tiene la Atención Primaria en mantener actualizado el calendario vacunal de todos los niños en las sucesivas visitas que se realicen”, ha explicado el pediatra del centro hospitalario manisero.
Efectos de las vacunas en recién nacidos y adolescentes
En el caso del calendario vacunal de los niños más pequeños, de entre 2 meses y 12 años, se incluyen las dosis que son esenciales e importantes para proteger de enfermedades infecciosas. Como explica el especialista, “gracias a ello, se ha conseguido una baja incidencia de hepatitis B, con una prevalencia de HbsAg entre el 0,2 % -0,5 %; no se han registrado casos de tétanos en España en pacientes vacunados (sí casos reportados en personas no vacunadas), y se han disminuido significativamente los casos de enfermedad invasiva producida por Haemophilus influenzae tipo B, que antes era la principal causa de morbilidad y mortalidad por enfermedad infecciosa en niños menores de 5 años de edad”.
En cuanto al caso de los adolescentes, desde su implantación en el plan vacunal, ha adquirido especial relevancia la inoculación de la primera dosis del Virus del Papiloma Humano (VPH). Esto se debe a que, tal y como explica el Dr. Serrano, “la vacunación frente a este virus ha conseguido una reducción significativa en la carga de la enfermedad asociada a este virus, causante de verrugas anogenitales y cáncer de cérvix, que es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres”.
Mitos sobre las vacunas
Ahora bien, en la actualidad siguen existiendo falsas creencias sobre las vacunas, por esto, el especialista en pediatría del Departamento de Salud de Manises ha querido mostrar algunas de ellas: “El que más se oye en la consulta, y que es completamente falso, es el hecho de que las vacunas causan autismo a los niños que las reciben. Al respecto se han realizado estudios que nunca han encontrado evidencia de ningún vínculo entre este trastorno y alguna de las dosis de las vacunas inoculadas”.
Por todo lo que conllevan, es necesario acabar con estos mitos para mejorar las tasas de vacunación en todas las edad, pero sobre todo en el caso de los adolescentes ya que a partir de los 16 años cumplen su mayoría sanitaria y deciden sobre su adhesión o no al plan de vacunación. “Deberemos escuchar al adolescente para conocer los motivos por los que rechaza la vacunación y establecer un entorno de confianza, haciendo que el joven se sienta escuchado con empatía para que exponga cuáles son sus razones. Al mismo tiempo, debemos resolver sus dudas y explicarle los beneficios demostrados que tiene la vacunación”, ha concluido el profesional.
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