Actualmente una de cada cuatro personas en España presenta algún problema a la hora de concebir un hijo. El ritmo actual de la sociedad en la que vivimos ha afectado de lleno a la salud reproductiva que se ha visto marcada por factores como el retraso de la maternidad o el actual estilo de vida, marcado por el sedentarismo y el estrés. A pesar de esto, muchas mujeres no conocen cómo pueden cuidar y preservar su fertilidad. En este contexto, como bien indica el Dr. Joaquín Llácer es esencial que las mujeres que quieren ser madres reciban información de calidad acerca de cómo influyen los hábitos de vida saludables en la fertilidad, la importancia de la planificación familiar profertilidad, así como las opciones que tienen a su alcance para preservarla.
En primer lugar, ¿De qué hablamos cuando mencionamos la salud reproductiva?
Pues es un concepto muy amplio, la salud reproductiva en general, ocupa cualquier tema relacionado con la salud de la mujer, de lo que si que podemos hablar es del proyecto reproductivo, es decir, un término un poco más concreto que hace referencia a la capacidad que pueda tener una mujer de cumplir con su deseo genético, su deseo de tener hijos. Esa sería un poco la clave cuando hablamos de salud reproductiva.
Vale, entonces,, entendiendo el concepto de salud reproductiva como la capacidad que tiene una mujer para cumplir su deseo de ser madre, ¿Cuáles son las patologías o las enfermedades que se pueden asociar a una mala salud reproductiva en la mujer?
De forma clásica, las causas por las que las parejas en general no tenían hijos, pues eran básicamente que la mujer tenía problemas para gestar el bebé, que las trompas estaban obstruidas o que el factor masculino podía contribuir a un deterioro de la calidad seminal. Esas eran las tres causas clásicas de la de la esterilidad. Y de hecho, en los países en desarrollo todavía son las causas que afectan al 15% de las parejas. Sin embargo, todos esos problemas con el desarrollo fundamentalmente de la reproducción asistida, hemos conseguido resolverlo o aliviarlo en la inmensa mayoría de los casos.
Y ahora por tanto, ¿Cuál o cuáles son los problemas a los que se enfrentan la mayoría de mujeres a la hora de tener un hijo?
El problema que tenemos actualmente, es lo que se puede llamar un poco la epidemia de la infertilidad es decir, la mujer ha pospuesto su deseo de tener hijos a una etapas de la vida en las cuales la fertilidad está comprometida. Sabemos que la edad biológica de los 20 años es una edad perfecta para tener hijos, pero socialmente esto es una tragedia. Y a los 40 años, el momento en el que muchísimas mujeres consiguen un proyecto de vida estable, es cuando deciden tener hijos, pero biológicamente es más complicado. Tanto de forma natural como con los tratamientos, porque la cantidad y calidad de los óvulos está afectando considerablemente a su fertilidad.
Entonces, en la sociedad actual, ¿A partir de que edad las mujeres se comienzan a plantear ser madres?
En general, estamos hablando de que la edad en las que las la media en que las mujeres españolas tienen el primer hijo está por encima de los 32 años. Esta es la media, luego puede variar. Pero, claro, hay que tener en cuenta que muchas mujeres comienzan este proceso por encima de los 35 y algunas incluso por encima de los 40 aunque, algo que ahora es habitual. Estamos hablando de un deseo de tener hijos en un momento en el cual la fertilidad está severamente comprometida.
Pero, ¿por qué una mujer con 35 tiene mayores dificultades para ser madre?
Para que te puedas hacer una idea, entre los 20 y los 35 disminuye mucho menos la fertilidad, que entre los 35 y los 36, la fertilidad a partir de los 35 es una curva. Esto sucede porque los óvulos de la mujer están dormidos desde antes de nacer. Es decir, una mujer no produce óvulos nuevos después de nacer, sino que ya los tiene todos y estos se despiertan en el momento de la ovulación. Así, cuando se despiertan por encima de los 35 años, cabe la posibilidad de que se despierten mal y que tengan una mayor posibilidad de producirse alteraciones cromosómicas. En cifras, una mujer de entre 20 o 25 años presenta un 15% de los embriones con alteraciones, mientras que una mujer por encima de los 40 puede acercarse a un 80% de embriones con alteraciones.
Ante esta realidad, ¿Existe alguna opción que reduzca la velocidad de envejecimiento de los óvulos?
Lo que no hacemos por el momento, a pesar de que existan ya líneas de investigación, técnicas de rejuvenecimiento ovárico… es volver atrás el reloj. Ahora bien, lo que sí que podemos es intentar que el reloj vaya un poco más despacio. Los hábitos de vida saludables pueden marcar un poco la diferencia, es decir una mujer que fuma sabemos que va a adelantar su decadencia en un año o año y medio, una mujer que tenga problemas de sobrepeso y obesidad también va a ver como su fertilidad disminuye considerablemente. Ahora bien, no nos podemos engañar o tener un exceso de confianza. Hay gente que piensa yo no voy a tener problemas para ser madre porque me cuido, pero la realidad es que la edad es el factor claramente condicionante.
No obstante, otra opción cada vez más considerada es la elección de parar el reloj en un determinado momento es decir, congelar los óvulos cuando todavía son óvulos que tienen un buen pronóstico. Esta decisión la suele ser tomada por aquellas mujeres que no tienen un proyecto inmediato reproductivo, pero si lo tienen como opción más adelante.
Y, ¿Cuánto le puedo costar a una mujer congelar sus óvulos?
Más o menos, entre medicación y todo lo que implica, este procesp rondaría los 3.000 €. Pero, el mayor obstáculo no siempre es el económico. Lo que ocurre, es que es difícil hacer esfuerzos o tomar medidas para un futuro que es incierto, siempre tenemos cierto optimismo antropológico de pensar esto a mí no me va a pasar y yo no voy tener problemas.
Si, que al final existe como en otros muchos ámbitos un condicionamiento social. No obstante, la congelación de óvulos es un tratamiento con vista en el futuro, pero, ¿Qué otros métodos son los más empleados actualmente en el momento preciso que una mujer decide tener hijos?
El más generalizado actualmente es la fertilización in vitro, es decir, la posibilidad de llevar a cabo una reproducción asistida con sus diversas variantes y adaptaciones según el caso ante el que nos encontremos. Y luego hay otras técnicas, también para otros modelos de familia, que son mujeres solteras o parejas de mujeres lesbianas en las cuales se utiliza inseminación con semen de banco. En el caso de parejas de mujeres, hay una técnica cada vez más popular en la que las dos participan. Esta técnica consiste en que durante el proceso reproductivo se utilizan los óvulos de una mujer de la pareja y esos embriones luego son transferidos al útero de la otra mujer, de tal manera que ambas participan en la gestación. Y por último, un método que cada vez es más frecuente, es la donación de óvulos, donde hay una mujer que dona los óvulos, esos óvulos se fertilizan con el semen de la pareja y a posteriori esos embriones son transferidos a la mujer receptora. Esta es una técnica a la que recurrimos cuando la calidad de los óvulos está muy deteriorada especialmente, en edades límites como son los 40, 44 o 45 años.
Ahora bien, viendo las dificultades que has mencionado a las que una mujer se puede enfrentar para cumplir su deseo de ser madre especialmente a partir de los 32 o 35 años, ¿Cómo crees que podríamos concienciar a la sociedad para que existiera una mayor preocupación por la salud reproductiva?
Se me ocurren muchas iniciativas, pero lo más importante considero que es hacer una planificación familiar profertilidad. Que una mujer cuando planifique su futuro, no solamente planifique para no tener hijos cuando no los desea sino también para tener hijos. En las clínicas lo que estamos viendo en diversas ocasiones, es que mujeres de 38 años quieren tener dos hijos y todavía no se están planteando tener el primero, por tanto, están asumiendo un riesgo de no tener hijos o de no poder completar su deseo.
Por otro lado, no nos podemos olvidar de la importancia de hacer una buena labor de seguimiento, es decir realizar las revisiones ginecológicas periódicas aconsejadas que nos permitan valorar la reserva ovárica. De esta forma,, la mujer podrá tomar decisiones siendo consciente de cuál es su situación real.
Seguiremos informando…