El documento, publicado en el ‘European Journal of Emergency Medicine’, ha mostrado que los problemas crónicos a los que se enfrentan los especialistas en MUE, como la escasez de personal, la limitación de recursos, la saturación y la falta de reconocimiento, se han visto realmente agravados por la pandemia.
Como bien ha alertado el presidente de EUSEM, el doctor Abdo Khoury, del Departamento de Medicina de Emergencia y Cuidados Críticos del Hospital Universitario de Besançon (Francia). “El nivel de agotamiento encontrado significa que estos trabajadores sanitarios merecen una evaluación clínica profesional y apoyo. Pero, preocupantemente, menos de la mitad de los encuestados (41,4%) declaró tener acceso a este tipo de apoyo psicológico, ya sea cara a cara o a distancia”.
Falta de reconocimiento y soluciones
Ante esta situación muchos de los profesionales de la salud han pensado o piensan en un cambio de carrera. Además, esto es más frecuente entre los profesionales más jóvenes que entre los de mayor edad y experiencia. Una consecuencia que llevaría necesariamente a la falta de personal, al menos a corto plazo, y sólo empeoraría las cosas para los que se quedan.
“Un trabajador de urgencias con exceso de trabajo y estrés también tendrá un efecto negativo en los pacientes” ha subrayado el doctor Khoury. Y es que, el agotamiento puede manifestarse “en una actitud distante o indiferente hacia el trabajo, además de reducir la productividad y la eficiencia. Puede llevar a una atención de menor calidad y a un aumento de los errores médicos”.
Hay que recordar, que los especialistas de urgencias han sido los primeros en responder durante la pandemia, realizando el triaje de los pacientes en circunstancias extremadamente difíciles y presionadas. Una labor que todavía no ha sido lo suficientemente reconocida.
“Los especialistas en urgencias han soportado una carga especialmente pesada y están sufriendo por ello. Se necesitan medidas urgentes para reducir el agotamiento y, por tanto, para animar a los que están pensando en dejar la profesión a que lo reconsideren” han puntualizado los autores. “Se ha demostrado que muchas intervenciones son efectivas para disminuir el agotamiento, y nos decepcionó ver cuán pocas parecen estar siendo implementadas en la actualidad. La pandemia ha demostrado lo esenciales que son” han concluido.
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