El pasado viernes 27 de mayo El Departamento del Tesoro de Estados Unidos renovó la licencia a la compañía de energía Chevron para operar hasta noviembre en Venezuela. Este permiso lo emitieron bajo los mismos términos que las autorizaciones otorgadas a la firma desde 2020. Recordemos que la industria petrolera del país suramericano está bajo sanciones de Washington.
Estados Unidos fue en el pasado el mercado individual más grande de Venezuela, sin embargo la posibilidad de que su crudo regresara a EE.UU. había sido discutida por funcionarios estadounidenses y venezolanos en una reunión de alto nivel en Caracas en marzo de este año.
Durante lo que va de 2022 Chevron había redoblado esfuerzos para negociar más privilegios en su licencia. Esto principalmente buscando recobrar miles de millones de dólares de deuda pendiente mediante el comercio de cargamentos de crudo venezolano. Además ha buscado sin éxito mayor control de sus empresas mixtas con la petrolera estatal venezolana PDVSA.
La licencia emitida a Chevron
Esta licencia permite a Chevron realizar “transacciones y actividades necesarias para la seguridad o la preservación de los activos en Venezuela“. En estas están incluidas aquellas para garantizar la seguridad del personal y la integridad de las operaciones. También la participación en juntas de accionistas y pagos de facturas de terceros, impuestos locales, servicios públicos y salarios.
Este permiso a Chevron además autoriza a las empresas de servicios petroleros Halliburton (NYSE:HAL), Schlumberger (NYSE:SLB), Baker Hughes y Weatherford International a mantener activos en Venezuela.
Lo que espera EE.UU. de Venezuela a cambio de esta licencia
Funcionarios estadounidenses están ahora a la espera de que Venezuela ponga fecha a la reanudación del diálogo político con la oposición gubernamental. Las conversaciones políticas, que se celebrarán en México, aún no se han formalizado, ya que las dos partes debaten qué país las supervisará, como lo hizo Noruega el año pasado.
A medida que el gobierno del presidente Biden busca alentar el diálogo político, se ha enfrentado a las críticas de los republicanos, así como de algunos de sus correligionarios demócratas que no quieren dar al régimen de Maduro ninguna concesión.
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