Borja Prado sería el causante de la caída en desgracia del universo Rocío Carrasco, según se da por hecho en el sector y en la propia Mediaset. El cambio en la Presidencia tras la salida de Alejandro Echevarría (Alexu) habría supuesto también una diferencia en el tratamiento de este contenido, que no sólo ha supuesto una apuesta arriesgada jurídicamente, sino también en lo político.
Diversas voces de Mediaset ya habían venido expresando su preocupación por el hecho de que La Fábrica de la Tele y Carlota Corredera hicieran de la versión de Carrasco un dogma de fe y apostaran por la politización al vincularlo con el sector morado del Gobierno, con participación incluida de sus representantes y representantas.
La decisión de arrancar la segunda parte del docudrama, emitiéndolo en Mitele Plus, sería la respuesta de Prado a la manga ancha dejada por Paolo Vasile. A nadie, dentro y fuera de Mediaset, se le escapa que la plataforma es una apuesta empresarial no fructífera. El juicio es, incluso, radical: estrenar ese documental en la plataforma equivaldría, literalmente, a ‘matarlo’.
El destierro de ‘En el nombre de Rocío’ a Mitele Plus sería parte de una forma de entender el desarrollo del grupo audiovisual, por parte de Prado, muy diferente a la de su predecesor y, sobre todo, a la del consejero delegado, al que se reprocha haber dejado hacer en dicho campo buscando una audiencia que, en realidad, ha sido contraproducente.
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