Según han explicado los expertos, “entre 2015 y 2017, encontramos constantemente lo que hemos llamado el ‘Virus Grimsö’ en el 3,4 por ciento de estos ratones de campo, lo que sugeriría que el virus está muy extendido y es común en los ratones de campo de Suecia”.
Ante este hecho, para poder aumentar la comprensión de la interacción entre virus y animales huéspedes los investigadores han mapeado virus zoonóticos. Y han descubierto, que a diferencia de los coronavirus SARS-CoV y MERS que se originan en los murciélagos, los coronavirus estacionales, como HCoV-OC43 y HCoV-HKU1, parecen haberse propagado a los humanos a través de ratas, ratones y otros roedores.
Para conocer más este hecho, los investigadores examinaron ratones de campo de lomo rojo y los probaron para detectar coronavirus. Y utilizando un método de secuenciación de ARN, identificaron un nuevo coronavirus conocido como ‘Virus Grimsö’ que pertenece a la familia de los betacoronavirus que también incluye el SARS-CoV, el MERS y el SARS-CoV-2.
Es importante recordar, que los roedores ya portan varios microorganismos zoonóticos, como hantavirus y tularemia, lo que significa que juegan un papel clave en la forma en que se propagan las enfermedades infecciosas.
“Todavía no sabemos qué amenazas potenciales puede representar este virus para la salud pública. Sin embargo, según nuestras observaciones y los coronavirus anteriores identificados entre campañoles de banco, hay buenas razones para continuar monitoreando el coronavirus entre roedores salvajes”, han concluido los expertos.
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