Ante estas declaraciones emitidas por el presidente del Gobierno en torno a la próxima aprobación de la Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión, la cual tiene por objetivo “blindar la equidad, la cohesión y la universalidad de la sanidad pública y que, por tanto, no se privatice por ningún Gobierno de derechas en ninguna comunidad autónoma”, la Fundación IDIS ha pedido pasar página del “discurso cada vez más politizado” que no aporta y ver en el sector privado un aliado estratégico cada vez más imprescindible para atender las necesidades de la población”.
Según han manifestado en un comunicado transmitido a los medios, “las declaraciones del presidente del Gobierno son el reflejo de una clase política que vive de espaldas a la realidad y a los problemas del sistema sanitario: aumento desproporcionado de las listas de espera para diagnóstico y tratamientos, falta de cohesión entre CCAA, desigualdades en el acceso a nuevas tecnologías o fármacos ya aprobados, etc.”. Es decir, la verdad es que existe, “un Sistema Nacional de Salud roto y acechado por la rigidez, la falta de dotación y recursos y la inadecuación a la realidad”, han dicho.
Y es que, como bien aclaran, a día de hoy, “resulta difícilmente entendible que estos problemas que afectan al sistema sanitario público se sigan tratando de vincular a “privatizaciones” que además no son reales obviando la gravedad de la situación y generando incertidumbre y confusión en la población”.
La realidad es que estas carencias que caracterizan a la actual sanidad pública “están llevando a los pacientes a recurrir a la sanidad privada en cualquiera de sus formas de aseguramiento y provisión para tener una atención sanitaria que de otra forma se está haciendo inaccesible” ha reiterado la organización.
En definitiva, desde la Fundación IDIS consideran que “la burbuja de la política populista no hace más que dificultar una solución eficaz de los problemas, cuando lo importante e imprescindible es sumar voluntades y multiplicar esfuerzos, con una estrategia consensuada y sinérgica. Lo contrario solo lleva al fracaso y al empobrecimiento de un sistema público ya a todas luces insuficiente”.
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